lunes, 8 de octubre de 2007

Blood & Rain (Relato de terror)

Con la enorme guadaña a la espalda, sintiendo la lluvia empapar sus cabellos un ser que debió haber muerto hace muchos siglos avanzaba sigiloso en la noche. Caminó durante largos minutos en la total soledad, sin encontrarse a nadie por el camino. Otra alma errante se cruzó de camino a la fiesta, era un joven de unos diecisiete años, que vestía íntegramente de negro y llevaba todo tipo de accesorios satánicos. Era uno de los llamados "dark" que habían sido convocados aquella noche en un abandonado psiquiátrico de las afueras de un solitario pueblo por una secta que lideraba una chica que se hacía llamar "la esclava". El chico ahogó un grito al verle y apretó el paso cuando el ser le dedicó una maligna sonrisa. Esos darks le daban muchos problemas, odiaba a aquellos imbéciles que anhelaban convertirse en vampiros, beber sangre y salir de caza.¡Idiotas¡ todos ellos creían que podrían soportar el peso de ser vampiro, que ellos serían diferentes, ciegos al horrible destino de las criaturas de la noche. El lo sabía bien, una vez fue uno de esos idiotas, hace ya varios siglos. Anhelaba con toda su alma entregarse a la oscuridad, convertirse en bebedor de sangre y conocer la inmortalidad. Pero cuando su deseo finalmente fue concedido y logró obtener el don de los vampiros todo se le escapó de las manos. Asesinó él mismo a su familia para borrar cualquier huella de su existencia mortal, renaciendo con un nombre que ahora ya no recuerda. Pronto fue cuando comprendió su error, tal vez demasiado tarde. Vio lo que significaba ser un vampiro y se juró a si mismo que dedicaría su inmortalidad a acabar como fuera con los vampiros. Durante siglos se alimentó de la sangre de los de su especie, llegando a ser más poderoso que cualquier otro. Tuvo muchos nombres, primero fue Darloer, luego el cazador de sombras y finalmente los mismos vampiros le bautizaron como el Exterminador. Siempre manteniéndose en las sombras a cazado a los vampiros y ellos le han intentado cazar. Pero el paso de los siglos sólo había dejado a un vencedor, convirtiendo al Exterminador en algo más que un simple vampiro. No podía soportar a los satánicos, le ponían enfermo. Siempre se había mantenido al margen para evitar no salir a la luz, pero esta vez se habían pasado, y mucho...

Aquella que se hacía llamar "la esclava" era una vampira muy antigua, casi tanto como él. Más de una vez se habían enfrentado, pero ella siempre lograba escapar, era una criatura muy ágil y escurridiza. Al contrario que el Exterminador ella no tuvo problemas para adaptarse a los nuevos tiempos, liderando una secta de fanáticos del vampirismo a los que prometía entregar el don de la inmortalidad cuando llegara el momento. A la congregación de hoy llegaban darks convocados por internet de varios países. La noche prometía ser una orgía de sangre y sexo memorables, con la esclava como anfitriona. Normalmente el no habría intervenido de no ser porque la esclava pretendía crear un pequeño ejercito oscuro de vampiros esa noche, cosa que el Exterminador no estaba dispuesto a permitir. Tras un rato caminando en silencio divisó entre la lluvia el psiquiátrico abandonado, que languidecía en lo alto de una pequeña colina. Podían divisarse decenas de coches aparcados frente al lugar, aunque no se divisara luz alguna desde el exterior. El Exterminador se plantó con su metro noventa y ocho de altura frente a la vieja puerta de madera, custodiada por un par de gorilas humanos armados. Un grupo de seis darks que estaban a punto de entrar lo vieron petrificado como una estatua a pocos metros de la puerta y se quedaron atónitos mirándolo. Uno de ellos se armó de valor y pensando que estaba protegido por algún demonio se dirigió al Exterminador, que seguía impasible. Su larga melena negra y violeta era agitada por el viento y la lluvia impidiendo que el muchacho viera su rostro totalmente negro, pues el Exterminador se lo pintaba así como muestra de desprecio por el tono paliducho que había heredado de los de su especie. El chico pareció enmudecer ante aquella mole enfundada en un largo abrigo pero finalmente preguntó:

¿Eres un vampiro? el Exterminador clavó sus fulminantes ojos rojos sobre el chico, que retrocedió atemorizado.

Lo fui, respondió con una voz que helaría el corazón más valiente.

¿Entonces que eres ahora? preguntó cada vez más asustado. El Exterminador sacó lentamente la guadaña, blandiéndola con sobrehumana habilidad.
Para ti soy...la muerte. Antes de que el chico pudiera reaccionar el Exterminador descargó la brutal guadaña sobre él partiéndolo en dos como si fuera una rama. La sangre del chico empapó el húmedo suelo y sus valientes compañeros empezaron a gritar como locos mientras los dos tipos de seguridad descargaban sus inútiles armas de fuego sobre él sin hacerle el menor efecto. El Exterminador avanzó enseñando sus afilados colmillos.
Ya es hora de que alguien les enseñe lo que es el poder del infierno, exclamó asesinando a los de seguridad.

Dentro se estaba consumando la fiesta dark de sus vidas, todo estaba saliendo a pedir de boca. El psiquiátrico estaba muy sucio, con paredes manchada con la sangre de anteriores sacrificios y aspecto de estar en ruinas. La poca luz que provenía de las velas negras alumbraba escenas sádicas de sexo bajo cruces invertidas, mensajes satánicos escritos en cada rincón y estrellas de cinco puntas ardiendo a ritmo de Death metal. Pero de pronto la puerta de la entrada reventó en miles de astillas bajo el peso de la guadaña y muchos creyeron que la muerte había acudido al fin a su llamada. El Exterminador avanzó lentamente haciendo crujir el viejo suelo con sus grandes botas militares, mientras varios asistentes se quedaban hipnotizados mirándole, sin saber como reaccionar en el estrecho pasillo de entrada, ante la atenta mirada del Exterminador. Como un toro salvaje arremetió la mole contra los darks con la guadaña por delante desatando una carnicería en segundos que bañó las paredes con sangre satánica. A un pequeño grupo de cinco les sesgó a la altura de la rodilla cayendo sus cuerpos mutilados al suelo en brutal agonía. Pero eso no había sido ni un calentamiento para él, necesitaba más. Un hombre de unos treinta años estaba azotando a una joven en un pequeño cuarto cuando escuchó un ruido en el pasillo y se detuvo, la joven se giró extrañada.

¿Que ocurre?

He oído algo, voy a asomar la cabeza, el hombre se asomó y una milésima de segundo después su cuerpo se desplomaba sin vida decapitado, ante los gritos de horror de la joven, que vio como un enorme carnicero manchado con el liquido vital de sus victimas no mostraba ningún sentimiento antes de aplastarle su frágil cabeza con sus botas contra el suelo. En otra habitación un joven practicaba necrofilia con un mugriento cadáver que haría vomitar a más de uno cuando entró el Exterminador y sin mediar palabra le agarró con una mano la cabeza por detrás y le chocó contra la de la muerta tantas veces que se le fracturó el cráneo. El Exterminador se ensañó con la cabeza molida del joven hasta que el encéfalo se desparramó en sus manos. La sangrienta mole siguió irrumpiendo una a una en las pequeñas habitaciones de esa parte del psiquiátrico, dejando tras de si un rastro de cadáveres. Algunos desesperados se le arrodillaron a sus pies implorando la muerte y allí mismo la encontraron.


Hubo un gótico grande y fuerte que se interpuso en su camino, parecía querer luchar contra él. Le soltó una patada que el Exterminador paró en seco en al aire retorciéndole la pierna para que gritara de dolor. Cuando el gótico cojeaba asustado un rápido movimiento de guadaña le abrió una brecha en el estomago por la salieron calientes sus intestinos, mientras el gótico intentaba retenerlos dentro desesperado. A los pocos segundos su cuerpo calló al suelo sin vida, siendo pisoteado por su asesino al pasar.

Movido por una insaciable sed de muerte el Exterminador entró en la gran sala de rituales, una sala donde habría reunidos a la luz de las velas al menos doscientos fanáticos encapuchados, que escuchaban Death Metal esperando a que la esclava hiciera su aparición en el pequeño altar que le habían preparado, pero en lugar de su amada líder vieron estupefactos como la misma encarnación de la muerte se situaba decidida en el altar, provocando que instantáneamente varios fanáticos se arrodillaran al reconocer en él un ser superior. Pero el colosal asesino que ante ellos se alzaba escuchó la música, la reconoció y dijo con la voz más diabólica que habían escuchado nunca.

Idiotas, ponéis banda sonora a vuestro funeral, los fanáticos sacaron cuchillos rituales de sus ropajes y fueron en masa a atacarle, siendo segados como el agricultor siega el trigo. El Exterminador movía su guadaña a gran velocidad rebanando todo lo que se ponía por delante, llegando a matar a casi diez fanáticos de un solo golpe. Olas de sangre surgían cada vez que el monstruoso ser atacaba, desperdigando miembros sueltos por toda la sala, que pronto se convirtió en el escenario de una masacre indiscriminada, quedando el Exterminador en el medio, rodeado por los cuerpos mutilados de aquellos que ansiaban la muerte y la vida eternas a la vez. El Exterminador notó que el resto de participantes de la reunión se estaban marchando acojonados pero no le importó, así advertirían al mundo lo que le pasa a los que juegan con poderes que no controlan. Su objetivo seguía en la casa, esperándole al fondo de una escalera que conducía a la planta superior. Los peldaños crujían resquebrajándose al sentir su peso, así como pequeños cachos del techo se venían abajo frente a su poderosa pisada. Se detuvo frente a una vieja puerta cerrada con varios candados, podía oír su jadeante respiración al otro lado suplicándole que entrara para acabar con su vida. La puerta no resistió un golpe con el canto de la mano y el Exterminador entró en una especie de trastero donde había guardados todo tipo de objetos religiosos acumulados hasta la saturación. Aquel sitio parecía el fruto de una mente perturbada, que había usado esa gran habitación como refugio de sus siniestras fantasías. Ni un atisbo de luz se filtraba por el techo, sin embargo el Exterminador vio perfectamente a la esclava entre dos grandes figuras de santos a tamaño real. Seguía conservando intacto su bello rostro arrogante de vampira, de piel más blanca que el mismo mármol. Sus negros cabellos azabaches le caían perpendiculares sobre los fuertes hombros, resaltando su ágil figura la pegada cazadora de cuero negra que llevaba, así como el resto del look "gótico" llevado al extremo. En su delicada mano derecha empuñaba una larga espada acabada en oro y plata que era digna de su poder.

Veo que aun no has muerto Darloer, dijo clavando en el Exterminador sus brillantes ojos azules.


Solo me permitiré el lujo de morir cuando todos los vampiros hallan caído bajo mi guadaña, el Exterminador sonrió, hacía décadas que no hablaba con alguien y durante un segundo deseó poder pasar algún tiempo con la esclava, pero al sentir la sangre resbalando por su cara recordó su misión.

Aquí acaba tu historia cazador de sombras, la esclava se lanzó contra el Exterminador soltando mandobles como una loca, que este desviaba con la guadaña rápido como el pensamiento. La esclava logró hacerle un corte profundo y el Exterminador le devolvió el favor agarrando una de las estatuas de los santos y estrellándosela en la misma cabeza. El filo de la guadaña pasó a escasos centímetros de la fina piel de la esclava, que usó su agilidad para esquivar al Exterminador, camuflándose entre los objetos de aquel tétrico lugar.

¿Que ocurre Exterminador?¿soy demasiado rápida para ti? decía la esclava moviéndose como un rápido felino de un lado para otro sin parar. La esclava surgió de entre las sombras asestándole un fuerte tajo en el hombro que hizo manar la sangre del cazavampiros. El Exterminador se quedó muy quieto en el centro de la sala tras el ataque, mientras la esclava pudiera camuflarse y asaltarle por sorpresa su enemiga tendría ventaja. Cogiendo impulso subió raudo por la pared y aterrizó violentamente descargando toda la furia de su guadaña contra el viejo suelo de madera que cedió desplomándose arrastrando consigo al Exterminador y la esclava. Cayeron entre escombros sobre la sala de la carnicería, donde ahora un nauseabundo olor impregnaba toda la sala, mezcla de suciedad antigua y hedor a muerte. Levantándose, los viejos vampiros reemprendieron su lucha sin cuartel que se fue recrudeciendo con el paso de los minutos. La esclava le propinó un rápido corte en las rodillas que hizo tambalearse al Exterminador, tras lo cual la vampira intentó amputarle el brazo izquierdo de cuajo pero erró en su acometida y tan solo logró hacerle una sangrante herida. El Exterminador movió con letal precisión su guadaña clavándosela en el estomago a la esclava y estrellándola con todas su fuerzas contra la pared. Los dos se miraron jadeantes, ambos habían perdido mucha sangre y ya casi no podían aguantarse en pie. Con gran esfuerzo los dos seres sobrenaturales se acometieron en un último lance en el cual el Exterminador intentó partirla en dos con la guadaña, pero la esclava lo esquivó astuta y clavó hasta el fondo su poderosa espada en el abdomen del Exterminador, que retrocedió tambaleándose con la espada incrustada. La esclava vio satisfecha como el gran vampiro perdía las fuerzas por momentos, arrodillándose en un charco de su propia sangre. Pero cuando ya cantaba victoria vio sin dar crédito como el ensangrentado ser se levantaba apoyándose en su gran guadaña, resistiéndose a morir sin haber cumplido su promesa. El Exterminador dejó las armas en el suelo y se arrojó contra la esclava buscando su delicado cuello. Esta intentó resistirse como pudo, le arañó y golpeó sin descanso, pero el Exterminador poseía una fuerza extrema contra la que no podía competir. Hundiendo sus poderosos colmillos en la fría carne el inmortal asesino bebió hasta la última gota de sangre de la esclava, cuyo cuerpo se desplomó muerto en el suelo en cuanto el Exterminador la soltó. Guadaña en mano de nuevo se relamió excitado y emprendió una búsqueda de líquido inflamable por toda la casa escuchando de fondo la cañera música. Minutos después la lluvia le limpiaba el ensangrentado cuerpo mientras caminaba a paso rápido. Echó un último vistazo al ardiente psiquiátrico que se consumía envuelto en un mar de llamas y aquel ser desapareció como si la noche se lo hubiera tragado, volviendo a las sombras.

martes, 2 de octubre de 2007

La Maldición del Mary Celeste


El 5 de diciembre de 1872, el vigía de la nave británica Dei Gratia avisto un barco que parecía tener problemas. Tres tripulantes bajaron la chalupa del Dei Gratia y remaron hasta el barco en peligro para ofrecerle ayuda. Treparon por la barandilla y llegaron a la cubierta; salvo por el sonido del viento en las velas y el inquietante crujido del maderamen, no se oía nada. Los marineros registraron el barco desde los mástiles hasta la bodega y lo encontraron en excelentes condiciones, pero no había ni un alma a bordo. La tripulación había desaparecido sin dejar rastro.

El barco se llamaba Mary Celeste.

La desaparición de la tripulación de este barco es el elemento central de la larga historia de desgracias del Mary Celeste. Atraía la mala suerte como el imán atrae las limaduras de hierro. Los supersticiosos dirían que era yeta, y casi habría que darles la razón.

El Mary Celeste fue construido en 1860, en los astilleros de Joshua Dewis, situados en Spencer's Island, Nueva Escocia; fue el primer barco de un consorcio de constructores navales. Originalmente se llamó Amazon, y fue botado en 1861, el año en que comenzó la guerra civil norteamericana. Las tragedias empezaron poco después, cuando su primer capitán, un escocés llamado Robert McLellan, cayó enfermo y murió. Entonces asumió el mando un tal John Nutting Parker, quien capitaneó el primer viaje del Amazon, pero el barco tropezó con una encañizada de pesca cerca de Maine, sufrió daños en el casco y tuvo que volver a los astilleros para ser reparado. Mientras estaba allí se produjo un incendio, que costó el puesto al capitán Parker..

El Amazon cruzó por primera vez el Atlántico sin problemas, hasta que llegó al estrecho de Dover y choco con un bergantín. El bergantín se hundió, el Amazon tuvo que ser reparado de nuevo y su tercer capitán marchó en busca de otro puesto.

Después de las reparaciones y del nombramiento de otro capitán, el Amazon volvió a América y, acto seguido encalló cerca de CowBay, en la isla de Cape Breton, Nueva Escocia.

A partir de ahí, la historia del Amazon se vuelve algo confusa. Fue sacado de las rocas y reparado, pero parece que fue vendido varias veces. Varios de sus propietarios quebraron y ninguno de ellos obtuvo beneficios de su contacto con el barco. Finalmente llegó a las manos de J. H. Winchester & Co., consorcio de armadores de Nueva York. A esas alturas, el Amazon ya no se parecía en nada al barco que salió del astillero de Joshua Dewis. Había sido agrandado, llevaba los colores norteamericanos y se llamaba Mary Celeste.

En algún momento de septiembre o a principios de octubre de 1872, el Mary Celeste atracó en el muelle 44 del East River de Nueva York, preparándose para recibir un nuevo cargamento y una nueva tripulación.

Benjamin Spooner Briggs

El nuevo capitán del Mary Celeste era un severo puritano de Nueva Inglaterra llamado Benjamin Spooner Briggs. Había nacido en Wareham, Massachusetts, el 24 de abril de 1835, y era el segundo de los cincos hijos del capitán Nathan Briggs y de su esposa Sophia. Era una familia de navegantes; además de su padre, sus cuatro hermanos también se hicieron marinos. Dos de ellos llegaron a ser patronos muy jóvenes; uno era Benjamin, quien ya había sido capitán de la goleta Forest King, la bricbarca Arthur y el bergantín Sea Foam. En años posteriores, muchos autores lo describieron como débil e ineficaz, un hombre cuyas creencias religiosas se habían transformado en una especie de perversión o manía, que había convertido su estricta abstinencia del alcohol -no lo admitía en su barco sino como carga- en algo parecido a una moral fanática. De hecho, Briggs era un hombre de creencias estrictas y sólidas convicciones religiosas, y, aunque no bebía, no era ningún monomaníaco. Quienes le conocieron le describían como poseedor de "un carácter cristiano" y como un capitán "inteligente y activo". También era accionista del Mary Celeste.

El primer oficial era Albert G. Richardson, que había participado como soldado en la guerra civil. Estaba casado con una sobrina de James H. Winchester y ya había servido con el capitán Briggs. Al parecer, era competente y digno de confianza, y se le estimaba mucho. El segundo oficial era Andrew Gilling. Había nacido en Nueva York, pero seguramente era de origen danés. De nuevo, no hay razones para sospechar que no fuera una persona recta y honesta. El cocinero y camarero, Edward William Head, procedía de Brooklyn (Nueva York) donde, según se dice, era respetado por todos. El resto de la tripulación estaba compuesto por cuatro marineros de origen alemán de los que poco se sabe, salvo que dos -ambos llamados Lorenzen- habían perdido todas sus posesiones en un naufragio anterior. Ninguno de estos alemanes parece haber sido mala persona.

También se embarcaron hacia lo desconocido la mujer del capitán Briggs, Sarah Elizabeth, hija del predicador de la iglesia Congregacionalista de Marion, Massachusetts, y su hija Sophia Matilda, de dos años. Su hijo mayor, Arthur Stanley, fue el único miembro de la familia que se quedó en casa.

A última hora del sábado 2 de noviembre de 1872 la tripulación subió a bordo y aseguró la carga. El barco transportaba 1.701 barriles de alcohol desnaturalizado, que eran enviados por Meissner Ackerman & Co., comerciantes de Nueva York, a H. Mascerenhas & Co. de Génova, Italia.

A primera hora del 5 de noviembre el barco piloto de Sandy Hook remolcó al Mary Celeste desde el muelle 44 hasta la bahía de Staten Island, Nueva York. El Atlántico estaba muy tormentoso para la época, y Briggs tuvo que echar el ancla durante dos días antes de aventurarse en alta mar, el 7 de noviembre. Pero aunque el Mary Celeste realizaría aún muchos viajes, esa fue la última vez que alguien vio a aquella tripulación.

Encuentro inesperado

El 15 de noviembre de 1872, ocho días después de que el Mary Celeste zarpara de Nueva York, el Dei Gratia salió con una carga de kerosene rumbo a Gibraltar. Su capitán, oriundo de Nueva Escocia, se llamaba David Reed Morehouse, y el primer oficial era Oliver Deveau. Ambos hombres, así como el resto de la tripulación, eran buenos marinos -como demostrarían los hechos subsiguientes- y sólo los sensacionalistas y los malintencionados han hablado mal de ellos.

El 5 de diciembre, poco antes de la 1 del mediodía, un miembro de la tripulación del Dei Gratia, John Johnson, que estaba al timón, avistó un barco a unos 8 km a estribor. A causa del mal estado de las velas y de su ligero "bostezo" (escora), llamó al segundo oficial, John Wright, y juntos fueron a buscar al capitán Morehouse. Después de observarlo con su largavista, Morehouse dio orden de ofrecerle ayuda.

A las tres de la tarde, cuando se hallaban a menos de 400 m del barco misterioso, el capitán Morehouse llamó varias veces pero, al no obtener respuesta, decidió enviar algunos hombres a investigar. Oliver Deveau, acompañado de Wright y Johnson, remó hasta el barco en peligro, y vio que se trataba del Mary Celeste. Johnson se quedó en el bote mientras los otros dos trepaban hasta la cubierta. El Mary Celeste estaba desierto.

Durante la hora siguiente, Deveau y Wright revisaron el Mary Celeste de proa a popa. La vela de esta fue hallada en la zona de proa, pero el trinquete y el trinquete superior habían volado de las vergas y se habían perdido. El foque, la vela de estay del palo mayor y la gavia inferior estaban izadas. El resto de las velas estaban plegadas. Algunas jarcias estaban enmarañadas; otras habían sido arrancadas por el viento y colgaban destrozadas. La driza superior -una soga rígida de unos 90 m de longitud, usada para izar la vela cangreja- se había roto, y faltaba la mayor parte. El timón giraba libremente y la bitácora había sido golpeada y estaba rota. La escotilla principal estaba cubierta por un encerado y sujeta, pero algunos de los encerados habían sido retirados y fueron hallados cerca de las escotillas. En el suelo de la cocina el agua alcanzaba una altura inferior a los 30 cm, y las provisiones para seis meses apenas se habían estropeado. Había abundante agua dulce.

Para abreviar: el Mary Celeste estaba en mejores condiciones que muchos de los barcos que cruzaban regularmente el Atlántico. Y, aparte de algunos signos que indicaban que el barco había soportado recientemente una tormenta, resultaba inexplicable que su tripulación lo hubiese abandonado.

En la mesa del camarote del capitán Briggs, Oliver Deveau encontró el diario provisional de a bordo. Decía: "Lunes 25. A las 5 llegamos a la isla de St Mary, en dirección ESE. A las 8, la punta este estaba al SSO, a 3 km de distancia." En el camarote del primer oficial, Deveau encontró un mapa que mostraba el rumbo del barco hasta el 24 de noviembre.

En el barco no se encontraron el cronómetro, el sextante, el libro de navegación y una pequeña yola o bote que había estado amarrada a la escotilla principal. Un trozo de barandilla había sido arrancado para lanzar el bote al agua. Esto, por lo menos, aclaraba la forma en que había desaparecido la tripulación: había abandonado el barco. Pero, ¿por qué? ¿Qué razones pudo tener un marino experimentado como Benjamin Spooner Briggs para abandonar un barco en perfectas condiciones metiendo a su mujer y a su hijita, con los siete miembros de la tripulación, en un bote pequeño y poco estable? Abandonar un barco es una medida desesperada, algo que sólo se hace cuando no hay otra alternativa; sin embargo, como declaró después uno de los tripulantes del Dei Gratia, el Mary Celeste estaba en condiciones de dar la vuelta al mundo. Entonces, ¿por qué fue abandonado?

Según las leyes marítimas internacionales, quien salva un barco abandonado tiene derecho a un porcentaje del valor del barco y su cargamento. Generalmente, esos barcos se han hundido, pero el Mary Celeste, que estaba a flote, y su carga valían una suma importante, y sus salvadores podían esperar unos 80.000 dólares. Al capitán Morehouse no le consumía la avaricia, como han sugerido testimonios posteriores, y de hecho se resistía a reclamar la recompensa por el Mary Celeste. No le sobraban los hombres, y el formar una nueva tripulación para el Mary Celeste implicaba que ambos barcos quedarían desprovistos en caso de emergencia. Pero Deveau terminó por convencerle.

A Deveau y a dos marineros, Augustus Anderson y Charles Lund, sólo les llevó dos días poner en orden al Mary Celeste, y después los dos barcos pusieron rumbo a Gibraltar. El Dei Gratia llegó el 12 de diciembre y el Mary Celeste a la mañana siguiente. Dos horas después de echar el ancla el Mary Celeste fue arrestado por Thomas J. Vecchio, de la Corte del Vice Almirantazgo.

El fiscal general de Gibraltar y abogado general de la Reina en su oficina de Almirantazgo era un burócrata excitable, arrogante y pomposo, llamado Frederick Solly Flood; consideró que el abandono del Mary Celeste sólo podía explicarse como resultado de asesinato y piratería. Sin la intervención de Solly Flood, el misterio del Mary Celeste seguramente se habría desvanecido en el olvido, pero sus acusaciones en las audiencias de la corte del Vice Almirantazgo atrajeron la atención del mundo.

Primero, Flood acusó a la tripulación -ausente- del Mary Celeste de haber obtenido acceso al cargamento de alcohol y haber matado al capitán Briggs, a su mujer, a su hijita y al primer oficial Richardson en una furia alcohólica. Es una teoría que fue propuesta muchas veces desde entonces, una vez por William A. Richard, secretario del Tesoro de los Estados Unidos, en una carta abierta publicada en la primera página del New York Times en 1873. Pero la carga era de alcohol desnaturalizado que, de ser bebido, hubiera provocado dolores agudos a los bebedores mucho antes de que pudieran emborracharse. Flood tuvo que abandonar su teoría.

Después sugirió que Briggs y Morehouse eran cómplices. Briggs, dijo Flood, mató a su tripulación, se deshizo de los cuerpos y después se dirigió en el bote a un destino prefijado con el capitán Morehouse que, mientras tanto, encontraría al Mary Celeste abandonado, lo llevaría a Gibraltar y reclamaría el dinero del rescate. Los dos se encontrarían después y dividirían sus ilícitas ganancias. La teoría podría ser plausible, pero no hubo ni hay pruebas de que Briggs y Morehouse fueran delincuentes. Además, Briggs era propietario de una parte del Mary Celeste y su parte del dinero del rescate equivalía al que tenía invertido en el barco. Flood acabó por desechar también esta idea.

Culpable hasta que se demuestre lo contrario

Su tercera sugerencia fue que el capitán Morehouse y la tripulación del Dei Gratia habían abordado al Mary Celeste y asesinado a todos los que estaban a bordo. Flood se esforzó por que el tribunal aceptara esto, pero lo único que logró fue crear una atmósfera de desconfianza en la que Morehouse y su tripulación eran considerados culpables hasta que pudieran demostrar su inocencia. Afortunadamente, la corte del Vice-Almirantazgo denuncio un abuso tan flagrante de la ley y limpió a Morehouse y a sus hombres de toda sospecha. Les concedieron una recompensa por el rescate que ascendió a 1.700 libras. Mucha gente opinó que debiera haber sido dos o tres veces mayor.

El Mary Celeste fue devuelto a James H. Winchester, y bajo el mando del capitán George W. Blatchford continuó su viaje hasta Génova, donde finalmente entregó su carga. Entonces, Winchester lo vendió -se dijo que con una considerable pérdida- y a lo largo de los 12 años siguientes el barco cambió de manos no menos de 17 veces. Ninguno de sus propietarios dijo nunca una buena palabra de él. Anduvo dando bandazos por la costa de los Estados Unidos, perdiendo cargamentos, velas y marineros, encallando e incendiándose con increíble regularidad. Parecía que el Mary Celeste era víctima, desde que fue botado, de una especie de maldición.

lunes, 1 de octubre de 2007

¿Realmente existen los duendes y las brujas?

Siempre nos hemos preguntado de pequeños que si realmente existen los duendes y las brujas como en los cuentos...

Bien os mostramos dos videos realmente fascinantes que te dejan sin aliento....


domingo, 30 de septiembre de 2007

Vuelve la historia de la última Bruja de Europa

El miedo y la superstición alimentaron la "caza de brujas" en toda Europa en la Edad Media y causaron la muerte de muchas mujeres inocentes. La última ejecución por brujería tuvo lugar hace poco más de 200 años, pero activistas creen que es tiempo de reivindicar el nombre de Anna Goeldi. (...Sigue)

Para entender lo que sucedió a Anna Goeldi se necesita conocer el lugar donde se precipitaron los hechos que ocasionaron su muerte: el pequeño cantón suizo de Glaris.

Se trata de un valle estrecho rodeado de montañas, en el que se apiñan las aldeas entre rocas que a duras penas dejan lugar a la tierra y el pasto.

Uno se lleva a impresión de que el lugar ha quedado al margen de muchos de los hechos de la historia.

Fue aquí a donde llegó Anna Goeldi buscando trabajo como sirvienta en 1765. Fue aquí donde se selló su destino como "la última bruja de Europa".

Aguja en la leche, agujas en el pan

Las crónicas dicen que Anna Goeldi era una mujer alta, bien proporcionada, de cabello oscuro, ojos marrones y tez sonrosada.

Una de las casas donde encontró empleo todavía existe. Es un edificio imponente, pretencioso, de cuatro pisos, con un portón señorial y una fachada en la que se destaca un blasón familiar.Es una casa pretenciosa, que ha perdurado tanto como la memoria de Anna Goeldi.

Uno de sus empleadores fue Jakob Tschudi, magistrado y figura política en ascenso.

Al principio la relación entre empleada y patrón sabemos que funcionó con normalidad... hasta una mañana en que, según las fuentes históricas, apareció una aguja en la leche de una los hijas de Tschudi.

Dos días más tarde aparecieron más agujas en el pan, y las sospechas recayeron sobre la sirvienta.

A pesar de que ella defendió su inocencia, los Tschudi la expulsaron de su casa, la acusaron de brujería, y fue torturada y finalmente ejecutada.

"Amor ilícito"

Los hechos no ocurrieron en la Edad Media, sino en 1782, cuando Europa vivía el período de la Ilustración.

Pero Walter Hauser, un periodista local, no cree que Anna Goeldi fue ejecutada porque Glaris, en pleno Siglo de las Luces, se mantenía aferrado a supersticiones medievales.

Él deduce otras razones tras haber examinado los meticulosos expedientes del caso.

"Jakob Tschudi tenía una relación amorosa con Anna Goeldi", asegura Hauser.

"Ella, cuando fue expulsada de la casa, amenazó con revelarlo todo, y el adulterio era un delito, por lo cual él podría haberse visto seriamente perjudicado", añade.

Entonces, en Glaris, la brujería era también un delito.

Hauser dice que Anna Goeldi fue víctima de un "asesinato judicial".

Según él, "las personas educadas de Glaris no creían en brujería en una fecha como 1782".

El periodista explica que "Anna Goeldi era una amenaza para gente poderosa, que quería salir de ella. Acusarla de brujería era una manera legal de asesinarla".

Bajo tortura

La procesada, que no sabía leer ni escribir, sufrió interrogatorios día y noche por parte de las autoridades políticas y religiosas de Glaris.

Ella insistía en su inocencia, pero fue torturada; se le colgó de los pulgares, se le ataron piedras a los pies.

Al fin, bajo tortura, confesó toda suerte de estereotipos: que se le apareció el diablo en forma de perro negro. Que las agujas de las había proporcionado Satanás.

Una vez terminada la tortura, ella se retractó de su confesión. De nuevo se le torturó brutalmente para que volviera a admitir su "culpabilidad".

Dos semanas más tarde, Anna Goeldi fue decapitada con una espada en la plaza pública.

Fritz Schiesser, quien representa al cantón de Glaris en el parlamento suizo, estima que ya es hora de que se reconozca la ilegitimidad del proceso contra Anna Goeldi.

"Todo el mundo sabe que lo que sucedió fue una injusticia", declara. "Debemos reconocerlo".

Moción

Sin embargo, las posiciones en Glaris no son tan claras.

Muchos estudiantes de la Escuela Secundaria del cantón se sienten incómodos recordando los hechos de 1782.

"Coincido en que lo que pasó fue vergonzoso, pero así eran las cosas entonces", dice una chica.

"Eso ocurrió hace mucho tiempo", dijo otro estudiante. "No creo que hoy seamos responsables de lo que ocurrió en el pasado".

Este es uno de los argumentos en que se basan las autoridades de Glaris para no exonerar a Anna Goeldi. Dicen que "nadie saldría beneficiado".

Pero estas justificaciones, decepcionan al periodista Walter Hauser:
"Fuimos los últimos en Europa en ejecutar a una mujer por brujería. Es una mancha en nuestra historia. Debemos hacer algo para borrar esa mancha", enfatiza.

Para lograr ese objetivo, Fritz Schiesser presentó una moción en el parlamento suizo que pide la reivindicación de Anna Goeldi. Este fin de semana se inaugura en Glaris un museo dedicado a ella.

En 1782, por temor a lo que el resto del mundo podría pensar, Glaris intentó sepultar en el olvido la ejecución de Anna Goeldi.

Doscientos veinticinco años después, la historia de "la última bruja" de Europa revive en busca de justicia.

Fuente: "Imogen Foulkes"

La historia del Holandés Errante


El Holandés Errante es una de las más famosas y quizá de las más antiguas leyendas del mar, ya que circula desde hace, por lo menos, 500 años. Pero posiblemente su origen se remonte a tiempos muy anteriores al nacimiento de Cristo. Esencialmente, la historia es la siguiente: un maniático capitán holandés -por supuesto, el término «Holandés errante» se refiere al capitán y no a su barco, desafía la ira de Dios y como resultado es condenado a navegar por los océanos eternamente, provocando la muerte de todos cuantos ven su nave espectral. Esta historia ha sido elaborada por muchos escritores, pero constituye algo más que una ficción, una siniestra historia del mar para asustar a crédulos marineros de agua dulce en tabernas portuarias. Este barco fantasma ha sido avistado en numerosas ocasiones, las últimas en pleno siglo XX..

Muchas autoridades sostienen que la historia del Holandés errante se originó a partir de un hecho real, aunque sobre este punto no hay acuerdo. El problema se complica aún más porque existen muchas versiones de la historia, en las que el capitán puede llamarse Vanderdecken, Van Demien, Van Sraaten o Van alguna otra cosa.

La versión más conocida de la historia del Holandés errante habla de un tal capitán Vanderdecken, cuya nave fue atrapada en una terrible tormenta cuando doblaba el cabo de Buena Esperanza. Los pasajeros, aterrorizados, rogaron a Vanderdecken que se refugiara en un puerto seguro o que, por lo menos, arriara velas e intentara eludir el temporal, pero el enloquecido capitán se rió de sus súplicas y, atándose al timón, comenzó a cantar canciones sacrílegas.

La tripulación también se alarmó por la conducta de su capitán e intentó hacerse con el control de la nave, pero el intento de motín fue sofocado cuando Vanderdecken arrojó a su líder por la borda, mientras los aterrorizados pasajeros y la tripulación se encomendaban a Dios. En respuesta a sus plegarias las nubes se abrieron y una luz incandescente iluminó el castillo de proa, revelando una figura gloriosa que según algunos, era el Espíritu Santo, mientras otros dijeron que era Dios.

La figura se enfrentó con Vanderdecken y le dijo que, ya que disfrutaba con los sufrimientos ajenos, de ahora en adelante sería condenado a recorrer el océano eternamente, siempre en medio de una tempestad, y provocaría la muerte de todos aquellos que le vieran. Su único alimento sería hierro al rojo vivo, su única bebida la hiel, y su única compañía el grumete, a quien le crecerían cuernos en la cabeza y tendría las fauces de un tigre y la piel de una lija (lo cual parece muy injusto para el pobre grumete quien, hasta aquí, no había tenido ningún papel independiente en la historia y, presumiblemente, sentía tanto temor ante Vanderdecken como el resto de la tripulación). Sin embargo, con estas palabras la visión desapareció, y con ella todos los pasajeros y tripulantes.

Vanderdecken y el grumete quedaron abandonados a su destino.
Ésta es la versión clásica de la historia del Holandés errante. Puede ser que se base en hechos, pero no hay acuerdo acerca de cuáles pudieron ser esos hechos. Una versión afirma que la historia deriva de la saga escandinava de Stote, un vikingo que robó un anillo a los dioses y cuyo esqueleto, cubierto con un manto de fuego, fue hallado después sentado en el palo mayor de una nave negra y fantasmal. Otros creen que la historia es más reciente y sugieren que se originó en las aventuras de Bartolomeu Dias (1450-1500), navegante portugués que descubrió el cabo de Buena Esperanza en 1488 y cuyas proezas marítimas llegaron a parecer sobrehumanas, según la biografía que escribió sobre él Luis de Camóes.

Una partida de dados con el Diablo:


Otros investigadores han desenterrado una dudosa historia acerca de los dos barcos mercantes holandeses del siglo XVI cuyas tripulaciones avistaron el fantasma de un bajel que se había perdido en el Pacífico; la historia del Holandés errante derivaría de esto. Otra teoría es que la historia se basa en la leyenda de un alemán llamado Von Felkenberg, que se jugó el alma a los dados con el Diablo y perdió. Una leyenda holandesa similar habla del capitán Van Straaten y también se cuenta una historia acerca de Bernard Fokke.

Fokke, capitán del "Libera Nos", era famoso por la rapidez con que realizaban sus travesías. Quienes envidiaban su habilidad de navegante afirmaban que había establecido un pacto con el diablo, algo que la extrema fealdad de Fokke y su mal carácter ayudaban a creer. Un día se embarcó en un viaje del que no retornó y se rumoreó que, finalmente, el Diablo había cobrado su recompensa.

No es improbable que la leyenda del Holandés errante naciera como consecuencia de un hecho real, aunque, sin duda, éste habrá sido algo más prosaico que la venta de un alma al Diablo. Existen muchos casos de buques que fueron abandonados por error por su tripulación, en la creencia de que estaban a punto de zozobrar, y luego siguieron a flote durante días, semanas, meses e incluso años, siguiendo los caprichos del viento y las mareas. El más famoso de esos barcos es el Mary Celeste, pero no es el único. Quizá una de las historias más notables sea la del clíper lanero Marlborough, que desapareció en 1890 mientras de Australia se dirigía a Inglaterra. Se dice que fue hallado 23 años después, frente a las costas de Chile. Aunque la historia del Marlborough sea una exageración, resulta fácil imaginar su efecto en las mentes de marinos supersticiosos en aguas poco conocidas, cuando vieron al buque abandonado emerger súbitamente de la niebla.

La historia del Holandés errante ha inspirado muchas obras de ficción. El poeta norteamericano Henry Wadsworth Longfellow (1807-1882) escribió sobre este aspecto en The phantom ship (El buque fantasma), que figura en su libro Birds of passage (Aves de paso). Edward Fitzball escribió un melodrama llamado El Holandés errante, y el francés August Jal la versión más conocida de la historia en sus Scénes de la vie maritime (Escenas de la vida marítima). El poeta lírico alemán Heinrich Heine (1797-1856), inspirándose en el melodrama de Fitzball o en un cuento anónimo titulado Vanderdecken's message home (El mensaje de Vanderdecken) -que apareció en Blackwood's Edinburgh Magazine—, escribió sobre el buque fantasma en sus Memoiren des Herrn von Schnabelwopski (Memorias del señor Schnabelwopski). Esto, a su vez, fue indudablemente lo que inspiró la ópera de Wagner El buque fantasma, en la que Vanderdecken puede bajar a tierra una vez cada siete años, para encontrar a una mujer cuyo amor pueda redimirlo. Otros escritores que tocaron el tema fueron Frederick Marryat (El buque fantasma, 1839) y Walter Scott (Rokeby, 1813).

Sin embargo, el Holandés errante es más que mera leyenda o ficción. A lo largo de los siglos mucha gente afirmó haber visto el espectro de la nave. Uno de los informes más antiguos apareció en 1702 en la Magnalia Christi Americana, historia eclesiástica de Nueva Inglaterra que escribió Cotton Mather, autor prolífico y célebre pastor puritano. Pero muchas de las observaciones son difíciles -si no imposibles- de comprobar y, por lo tanto deben ser descartadas como espejismos, alucinaciones o visiones debidas a un exceso de alcohol. Pero existe un informe excepcional. En 1881 una observación del barco del Holandés errante fue comunicada por el príncipe Jorge de Inglaterra ---que después reinó como Jorge V- y por su hermano mayor, el príncipe Alberto Víctor, duque de Clarence... el mismo duque de Clarence que hoy figura entre los sospechosos de haber sido el infame Jack el Destripador.

Se ha dicho que el incidente aparecía en el libro de bitácora del Baccante, pero no es así. En cambio, sí aparece en un relato del viaje de los príncipes en ese buque, compilado por John H. Dalton a partir de sus diarios personales, cartas y libros de notas. En el momento de la observación los príncipes estaban a bordo de otro barco de la flota, el Inconstant, ya que habían sido trasladados allí cuando el Baccante tuvo problemas en el timón.

El relato dice:
11 de junio de 1881. A las 4 de la madrugada el «Holandés errante» cruzó nuestro rumbo. Era una extraña luz roja, como la de un buque fantasma, incandescente, y en el centro de esa luz, los mástiles, palos y velas de un bergantín, a 200 m de distancia, se destacaron con fuerte relieve cuando se acercó a nuestra amura de babor. El vigía del castillo de proa informó que estaba cerca de la amura, donde también lo vio claramente el oficial de guardia desde el puente, como también el guardiamarina del alcázar, que fue enviado inmediatamente al castillo de proa, pero al llegar allí no logró ver vestigios ni señales de ningún barco material, ni cerca ni en el horizonte, pese a que la noche era clara y el mar estaba en calma. En total fue visto por trece personas, pero si se trataba del Van Demien del «Holandés errante», o qué, no lo sabremos.

El Tourmaline y el Cleopatra, que navegaba a estribor, hicieron señales para preguntar si habíamos visto la extraña luz roja.
A las 10.45 el marinero que esta mañana había avistado al «Holandés errante» cayó desde las crucetas del mastelerillo de juanete y se hizo trizas. A las 16.15 se efectuaron honras fúnebres y su cadáver fue lanzado al mar. Era un valiente marinero real, y uno de los más prometedores tripulantes del barco, y todos se sienten muy tristes por su pérdida. En el siguiente puerto nos encontramos con el almirante, que también se mostró muy disgustado. Alrededor de 13 personas en el Inconstant, además de una cantidad no especificada de personas en el Tourmaline y el Cleopatra, vieron el espectro, aunque si era el Holandés errante u otro espectro «no lo sabremos», tal como dijeron los príncipes. Pero, tal como afirma la leyenda, la visión acarreó la muerte de una persona.
Los nazis también

Una de las fuentes más inesperadas de un informe sobre el barco del Holandés errante es -según se dijo- Karl Dónitz, comandante en jefe de la flota alemana, y efímero sucesor de Adolf Hitler. Se dice que vio la nave espectral mientras se hallaba en una misión al este de Suez, y que después afirmó que sus hombres preferían enfrentarse con toda la flota aliada antes que vivir nuevamente el horror de ver el barco del Holandés errante.

El del Holandés no es, por cierto, el único espectro marino. En 1949 se estimaba que había más de 100 casos «bien comprobados» de naves fantasmas que frecuentaban la costa noreste de los Estados Unidos.

El buque fantasma más famoso de los Estados Unidos es, probablemente, el Palatine, que fue tema de un famoso poema de John Greenleaf Whittier. Según la leyenda, en 1752 una tormenta arrojó al Palatine contra las rocas de Block Island, cerca de Rhode Island, y sus restos fueron incendiados por los pescadores; una pasajera quedó atrapada y se quemó viva. Desde entonces, el espectro del barco en llamas ha sido visto en innumerables ocasiones.

Es difícil descartar las pruebas de que algo -se le llama «la luz del Palatine»- ha sido visto con regularidad cerca de la costa. Pero una investigación cuidadosa revela que ningún barco de esas características naufragó jamás en Block Island. Sin embargo, también se descubrió que 14 años antes, en 1738, el Princess Augusta, que llevaba 350 refugiados del Alto y el Bajo Palatinado, en Alemania, sí naufragó en la costa norte de Block Island en circunstancias similares a las que se atribuían al Palatine; no cabe duda de que éste fue el origen de la leyenda. Sólo un elemento del destino del Princess Augusta difiere de la leyenda del Palatine: el Princess Augusta se hundió, y no fue incendiado. De modo que si el espectro que se ve con tanta frecuencia cerca de allí es el espectro del Princess Augusta, ¿por qué el buque fantasma aparece en llamas?

Otro barco fantasma bastante conocido es el Goblin, negro y con velas de cruz, del que se dice que es visto con frecuencia por los habitantes de Porthcurno Cove, cerca de St. Leven, en Cornualles (Inglaterra). Este espectro es característico porque se le ve dirigirse a la costa; después de desliza sobre tierra firme, y finalmente desaparece.

¿Qué son, entonces, esos buques fantasma, esos espectros del mar? Se les puede aplicar las mismas preguntas, especulaciones y teorías que se refieren a los fantasmas en general. Pero el Holandés errante se distingue de las historias folklóricas y de fantasmas habituales: ha sido visto muchas, muchísimas veces. Si el barco no existe, ¿qué fue entonces lo que vieron los príncipes a bordo del Inconstant? Dado que la aparición del Holandés errante y de su barco parece predecir sólo muertes o desastres, quizá lo más razonable sea no buscar la respuesta con demasiado empeño.
fuente: loinexplicado

jueves, 20 de septiembre de 2007

¿Realidad o Ficción?

Nos llegan nuevos avistamientos de OVNI'S en este caso desde Hawai, dónde un video-aficioando grabo esta secuencia que sin duda no tiene ningun desperdicio.

Bien, este video nos hace pensar en muchas cosas, ¿es un montage? pues la verdad se ven demasiado bien estas dos naves pequeñas que al final del video se junta otras tantas...
Despues nos hace preguntarnos, ¿es posible que naves tan pequeñas hayan hecho un viaje interestelar (por asi decirlo) ellas solas? pues bien estamos acostubrados a ver naves pequeñas siempre y eso nos hace pensar que tiene que haber una nave nodriza estacionada en algun lugar...

Os mantendremos iformados.

fuentes gracias a: rovialto

miércoles, 19 de septiembre de 2007

El fantasma de Lenin

El director del Museo Lenin, en Rusia, aseguró que el fantasma del ex lider soviético "vive" en el edificio.

Maja Obraszowa, director del museo ubicado en la vieja casa de Vladimir Ilych Lenin en Samara, explicó que el personal suele escuchar pasos y ver cuadros moviéndose, además de otros fenómenos paranormales...


"Una mañana ingresamos al dormitorio principal y notamos que alguien había dormido en la cama, pese a que la puerta estuvo toda la noche cerrada", aseguró Obraszowa.

"Y cada tanto, un exquisito aroma a pastel de manzana, su favorito, invade el lugar. Y no hay ninguna panadería cerca", agregó.

La historia del fantasma de Lenin surgió luego de una visita escolar al museo, donde los estudiantes aseguraron haber percibido el olor a café fresco mientras observaban la vieja cafetera del lider soviético.

Actualmente, el cuerpo de Lenin permanece en la Plaza Roja, aunque muchos rusos consideran que es hora de que sea enterrado como cualquier otro difunto.

Dos colegialas convulsionaron tras jugar a la ouija

Pobladores de Pucallpa temen que "espíritus malignos" se haya apoderado de ambas escolares. Suspenden las clases en su colegio por histeria colectiva.

El temor se ha apoderado de los pobladores de la ciudad de Pucallpa. Esta mañana dos escolares de 14 años convulsionaron en su salón de clases tras jugar a la ouija, con la que pretendían llamar a espíritus del 'más allá'.

Según reportó RPP, las adolescentes F.D.Q. y B.N.S. pertenecen a la institución educativa Faustino Maldonado del distrito de Yarinacocha. Ellas fueron atendidas en un primer momento por sus profesores, quienes señalaron que ambas presentaban "una fuerza sobrenatural" y temen que hayan sido poseídas por "entes malignos".

En diálogo con la misma emisora, el director del plantel rechazó que las escolares hayan realizado el peligroso juego en su aula y subrayó que todo empezó cuando la profesora de Religión inició su clase con una plegaria.

"Una de las alumnas comenzó a pronunciar palabras en una lengua desconocida cuando la profesora leía un párrafo de la Biblia. Acto seguido, ella y otra estudiante convulsionaron", precisó.

La primera de ellas fue conducida al hospital de apoyo de Yarinacocha, mientras que la segunda fue llevada a una iglesia evangélica cercana donde se le practicó un exorcismo. Los familiares de ambas descartaron que padezcan de alguna enfermedad que haya desatado las convulsiones.

Sus compañeros de clases presenciaron la supuesta posesión demoniaca en las adolescentes y cayeron presos de una histeria colectiva. Las clases debieron ser suspendidas en dicho plantel.

El regreso del exorcismo

El regreso del exorcismo, intento del Papa de retomar tradiciones y recuperar fieles con “la lucha contra Satán”, opinan especialistas

Alejandra Aguilar Ross, estudiosa de la religión e integrante del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social: “Es un intento de la Iglesia católica por retomar el liderazgo espiritual que ha perdido, indica un viraje en la política vaticana. Benedicto XVI quiere retornar a las devociones más tradicionales. No es casualidad, se está regresando a la parte más conservada y derechista de la Iglesia, cuyo centro del discurso es: luchemos todos contra Satanás”...

Carolina Rivera Farfán, antropóloga y especialista en historia religiosa: “La influencia del catolicismo se ha visto mermada entre la feligresía, este nuevo proyecto quiere reforzar la doctrina y alimentar la evangelización, es un intento por decirle al mundo que fuera de la Iglesia no hay salvación”.
La pelea. El derecho canónico estipula las características que debe tener un sacerdote para ser nombrado exorcista: santidad, prudencia, fortaleza, sabiduría. “Muchas cualidades que, les dije, no las tenía, pero el señor me llama”, dice el párroco Pedro Mendoza Pantoja, coordinador de exorcistas de la Arquidiócesis de México y organizador del Congreso de Exorcismo que inicia hoy.

Sobre el perfil, añade la doctora Aguilar: “Se espera que sean religiosos experimentados, capaces de discernir entre influencias demoníacas, enfermedades o estados de conciencia alterados. Hombres firmes, sin debilidades o inclinados a la concesión. Y, algo muy importante, que tengan una vida moralmente intachable, porque durante el rito el demonio suele desenmascarar sus faltas y errores”.


De hecho, asegura, uno de los indicios para declarar posesiones demoníacas es la capacidad del exorcizado —o espíritu maligno que lleva dentro— para descubrir cosas íntimas y secretas de las personas a su alrededor, principalmente de los sacerdotes.

La Asociación Internacional de Exorcistas reconoce otras señales entre los poseídos: hablar en idiomas desconocidos, exhibir fuerza física desproporcionada al tamaño o edad y, más allá de la capacidad natural, manifestar repulsión por objetos sagrados como el crucifijo y plegarias, conocer hechos muy distantes tanto en tiempo como en espacio e ingresar a un estado de inconciencia.

“Todos los sacerdotes, por la misma ordenación sacerdotal, tienen el poder para pelear con Satanás, pero se necesita pulir el don con un estudio de las técnicas del exorcismo y con preparación científica, para que no se expulsen demonios donde nos los hay o para no meter al diablo donde no está”, afirma el padre Pantoja.


Solo cardenales y obispos están facultados para nombrar exorcistas. Es recomendable que éstos tengan nociones de psicología, medicina y otras técnicas como naturismo, masoterapia, cromoterapia, acupuntura y auriculoterapia.


Mendoza Pantoja, quien viajó a China para estudiar acupuntura, advierte que en México hay un déficit de sacerdotes preparados para la práctica: “En el 2002, cuando regresé de Roma luego de tomar cursos sobre exorcismo, me nombraron coordinador y el cardenal Norberto Rivera me pidió que transmitiera mis conocimiento a los demás, pero ha sido muy difícil enseñar a quienes son escépticos. Entre los mismos obispos hay resistencia para desarrollar este instrumento, porque ni ellos mismos saben expulsar demonios, ¿cómo van a darle a otros ese poder?”


Asegura que con los dos congresos anteriores se han formado equipos de exorcistas en algunos puntos del país y que con este tercero se brindará a los obispos criterios sólidos para ayudarles a definir a quiénes confiarán el ministerio.


“Este año habrá más representantes de las diócesis, porque hay varios obispos que están mandando a sus sacerdotes para después nombrarlos exorcistas y que sean éstos quienes se encarguen de regar la semilla entre sus compañeros y de guiar las oraciones de liberación para que no se confundan con las de sanación y que no se hagan exorcismos mayores cuando son suficientes los menores”.


Aún entre los exorcistas nombrados hay quienes son escépticos de las posesiones, como el filósofo y sacerdote jesuita Jorge Manzano, quien pertenece a la Arquidiócesis de Guadalajara. Prefiere trabajar en un marco de energías espirituales: lo que otros llaman posesiones demoníacas para él son “crisis de los sentidos que derivan en estados alterados de conciencia”. Incluso, organiza tálleres para inducir hacia ese estado crítico.

Manzano se inclina además por los exorcismos menores multitudinarios, una práctica que no es respaldada por la coordinación de exorcistas.

En las oraciones de curación masiva pueden darse casos en los que una persona empieza a vomitar o a hacer cosas raras, pero hay que ser inteligentes para definir si es histeria o una manifestación demoníaca y hay que tener cuidado con la simulación para manipular a la gente”, advierte Mendoza.


La técnica. Pese a desencuentros y distintas escuelas, las coordinaciones han logrado establecer lineamientos y técnicas generales del exorcismo.


El lugar propio para ejecutarlo es la iglesia o una capilla, aunque si la persona está imposibilitada puede realizarse donde vive. Antes, es necesario entrevistar al exorcizado y familiares y realizar un diagnóstico en tres áreas: médica, psicológica y espiritual.


Los manuales no especifican cuántos sacerdotes pueden participar en el ritual: en solitario o en grupo, se recomienda la presencia de familiares del poseído o enfermo, así como de otras personas que ayuden en cualquier emergencia y a quienes se llama auxiliares: médicos, psicólogos, psiquiatras o laicos que acompañen la oración.


Tampoco se ha establecido un tiempo definido para consumarlo. “Puede durar cinco minutos, media hora, dos o tres horas, un día, diez años, lo que tarde en suscitarse la fe, no depende de uno, sino de Jesucristo. Igual se tiene éxito en una sesión que en quince o veinte”, ha dicho el exorcista Gabriel Amorth, quien fundó la asociación internacional.


El exorcista viste de casulla y estola y entre sus instrumentos ineludibles están el agua bendita, una imagen de Cristo, la Biblia, el ritual de oraciones exorcizantes y la medalla de San Benito con la Santa Cruz, célebre por su eficacia en el combate contra el demonio, maleficios de todo género y hasta picaduras de serpientes.

“Pero el arma más poderosa es la fe”, asegura Medina Pantoja.
—¿Cuál es la diferencia técnica entre un exorcismo mayor y uno menor? —se le cuestiona.
—En el mayor se le dice a Satanás sal, salte de este cuerpo en nombre de Jesucristo y su preciosa sangre; en el menor, en las oraciones de liberación la frase no es imperativa, sino deprecativa, también invocamos a Cristo, su sangre, la Virgen, todos los santos, pero no es un mandato ni una lucha cuerpo a cuerpo.
—¿Qué proceso se sigue para llegar a la oración imperativa?
—Hay una estructura de plegarias, de renuncia satánica y de profesión de fe. Hay gente que me pide: hágale una oración fuerte o mágica, pero aquí no valen los gritos, lo que importa es la fe.
“Durante el ritual suele preguntársele al demonio quién es, de dónde viene, si está en el infierno. Si no se hace bien o si no se cierra al poseído, como se dice en el argot exorcista, hay la creencia de que puede ser atacado de nuevo por otros siete demonios, por eso, cuando es liberado, debe comprometerse a llevar una vida moral-cristiana y a evitar contactos con el más allá”, describe la antropóloga Aguilar.

La posesión, expresa el padre Pantoja, se consuma cuando la persona hace un pacto con el diablo, “pero no todos los que hacen pacto van a salir poseídos, solamente los que permite Dios y los que le caen bien a Satanás, hasta eso es muy selectivo”.


Promovidos por el Vaticano

Frente a 180 exorcistas italianos reunidos cerca de Roma, en marzo de 2007, Benedicto XVI dijo: “Los exorcistas cumplen un importante ministerio al servicio de la Iglesia. Los aliento a proseguir en la tarea, sostenidos por la atención vigilante de sus obispos y por las incesantes oraciones de la comunidad cristiana”.

El actual Papa siempre ha sido promotor de este rito: en sus 23 años como defensor de la fe y brazo derecho de Juan Pablo II, se interesó en varias ocasiones por los aspectos teológicos y prácticos del exorcismo. Durante el Jubileo del año 2000, presentó un documento en el que aportó sugerencias y normas para enfrentarse a posesiones diabólicas y diferenciarlas de la sanación.


Se sabe que Juan Pablo II realizó al menos tres exorcismos durante su pontificado de 26 años.


El padre Gabriel Amorth, uno de los más famosos exorcistas italianos, cuenta que el Pontífice realizó un exorcismo de emergencia a una joven poseída, a quienes sus padres llevaron a una audiencia general. “Cuando el Papa se le acercó, ella comenzó a gritar y a agitarse. Él pidió que la llevaran a un lugar tranquilo en el Arco de las Campanas, uno de los accesos al interior del Vaticano, junto a la basílica de San Pedro, y allí la bendijo y rezó con ella hasta que se calmó”.


También expulsó al diablo del cuerpo de una mujer italiana llamada Francesca, en 1982, quien le fue llevada a los apartamentos pontificios por el obispo de Spoleto, monseñor Gianni Alberti. El exorcismo fue confirmado en 1993 por el entonces prefecto de la Casa Pontificia, monseñor Jacques Martin.

martes, 18 de septiembre de 2007

Los fantasmas sin alma, un verdadero enigma

Si los fantasmas son los espíritus de los muertos, como muchos creen, ¿cómo podemos justificar las apariciones «inanimadas» como las de animales u objetos?

La confluencia de st. Mark Road y Cambridge Gardens en Kensington, Londres, se hizo famosa en los años 30 a causa del misterioso autobús de dos pisos, como el que aparece en la fotografía, que viajaba a gran velocidad en esa zona a media noche; cuando ya no había transporte público.

Durante los años treinta se decía que un autobús londinense rojo de dos pisos hostigaba a los motoristas en la zona de north kensington a última hora de la noche. durante mucho tiempo la confluencia de st. mark road y cambridge gardens ha sido considerada como una esquina peligrosa; de hecho, la curva era «ciega» para ambas carreteras y había originado numerosos accidentes.

La decisión de la autoridad local de arreglar la curva se vio parcialmente influida por el testimonio de motoristas de última hora de la noche, quienes decían que se habían estrellado mientras regateaban para evitar un autobús de dos pisos que bajaba precipitadamente por st Mark Road a esas horas bastante tardías en que las líneas regulares ya no prestaban su servicio...

Un informe típico de la policía de Kensington rezaba: «giraba la esquina cuando vi un autobús lanzado hacia mí. llevaba dadas todas las luces del piso de arriba y de abajo, así como los faros, pero no pude ver a nadie, ni empleados ni pasajeros. tiré del manillar con fuerza y subí a la acera, rascándome con el muro de la carretera. el autobús desapareció.»

Después de un accidente mortal, durante el que un conductor dio un viraje y golpeó contra el muro, un testigo contó al juez que llevaba la investigación que también él había visto al misterioso autobús precipitándose contra el coche segundos antes de que el conductor se saliera de la carretera. cuando el juez expresó el natural escepticismo, decenas de residentes locales escribieron a su oficina y también a los periódicos locales ofreciéndose a testificar que también habían visto al «autobús fantasma». entre las declaraciones más impresionantes se encuentra la de un empleado local de transportes quien declaró haber visto al vehículo en la estación de autobús a primeras horas de la mañana, con el motor en marcha, y que luego había desaparecido.

El misterio nunca se resolvió; pero es quizás significativo que el autobús «fantasma» no fuera visto después de que desapareció el peligro de la esquina con la curva pronunciada. incluso se sugirió que la visión había sido «proyectada» en el lugar para dramatizar el peligro inherente de la intersección. pero si era así; ¿quién lo había hecho? y si, como se sugirió, todo esto tuvo lugar en las mentes de los mismos motoristas -una especie de proyección natural de sus temores ante la esquina- ¿cómo se las arreglaron para sobreimponerse sobre la visión de los peatones, por no mencionar el empleado de la estación de autobuses que lo vio desde un ángulo completamente diferente?

El autobús «fantasma» de kensington epitomiza un problema que, durante siglos, han encarado aquellos que creen que los fantasmas son espíritus que vuelven. ¿si un fantasma es el «alma» de una persona muerta que vuelve a la tierra, cómo podemos entender el fantasma de un autobús y por supuesto el de sus antecesores, los coches de caballos fantasmas, que tanto reflejan las narraciones populares?

Llegados a eso, ¿por qué los espíritus que vuelven no aparecen desnudos, ya que con muy pocas excepciones registradas no es así en ningún caso?

El folklore «fantasmal» está repleto de historias de todo tipo de objetos inanimados, desde el acordeón-fantasma atribuido al espiritista del siglo xix, d. d. home, hasta la daga de macbeth.

La leyenda de este barco fantasma fue relatada por el político y escritor norteamericano doctor cotton mather en su libro wonders of the invisible world (maravillas del mundo invisible, 1702). el barco zarpó de américa, pero no llegó nunca a su destino en inglaterra, y no se volvió a saber nunca nada de él. sin embargo, unos meses después algunas personas vieron en el puerto desde donde zarpó lo que podía ser el barco envuelto en nubes; luego zozobró y desapareció.

Una de las historias más convincentes sobre apariciones «sin alma» está compilada en el diario de la torre de londres -lugar saturado de fantasmas según la creencia popular-. el protagonista de la historia fue edmund lenthal swifte. en 1814 tenía el cargo de guardián de las joyas de la corona, cargo que ocupó hasta 1842 -o sea, 28 años-. Él mismo cuenta lo que vio un domingo por la tarde en octubre de 1817: «mi familia y yo estábamos cenando en el edificio donde se guardan las joyas de la corona, lugar que parece haber sido la «lúgubre prisión» de ana bolena y de los diez obispos que allí fueron acomodados piadosamente por oliver cromwell. todas las puertas estaban cerradas, las cortinas, pesadas y oscuras, estaban echadas, y la única luz que había en la estancia era la que emanaba de dos cirios colocados sobre la mesa. yo estaba sentado en la cabecera de la mesa, mi hijo a mi derecha, mi mujer junto a la chimenea y su hermana enfrente de ella. estaba ofreciendo vino y agua a mi mujer, cuando ésta, al alzar el vaso, paró el movimiento y exclamó: ¡dios mío! ¿qué es esto?.»

«miré hacia arriba y vi un cilindro, como un tubo de vidrio casi del grosor de un brazo, que revoloteaba entre el techo y la mesa; su consistencia parecía ser un denso líquido, blanco y azulado... girando incesantemente dentro del cilindo. duró aproximadamente dos minutos, entonces empezó a moverse delante de mi cuñada y, resiguiendo el borde de la mesa, pasó por delante de mí y de mi hijo. a continuación siguió por detrás de mi mujer y permaneció brevemente sobre su hombro derecho (téngase en cuenta que no había ningún espejo en la parte opuesta que le permitiera ver qué estaba pasando). de repente, mi mujer se agachó, con las manos en el hombro, y gritó: ¡dios, me está cogiendo!.»

«incluso ahora siento el terror que sentí entonces. salté de la silla y golpeé la aparición, golpe que fue a parar en el revestimiento de madera situado detrás de ella. entonces, la «cosa» cruzó el borde de la mesa y desapareció por la ventana.»

No volvió a verse tan extraña manifestación; pero, algunos años más tarde, ocurrió un suceso que confirmó trágicamente la explicación de Swifte: un soldado murió literalmente de miedo en la torre de londres.

El soldado estaba de centinela frente al edificio donde se guardan las joyas de la corona, cuando, cerca de medianoche, oyó un sonido gutural detrás de él. al girarse vio un gran oso negro de pie sobre sus patas traseras, con los dientes hacia fuera y los ojos rojos de rabia, que se abalanzaba sobre él. el soldado lanzó su bayoneta contra el cuerpo del animal, pero el arma pasó sin herirlo y el animal desapareció. una patrulla encontró unos cuantos minutos después al soldado desmayado; la bayoneta estaba clavada en la sólida madera de la puerta. el soldado, todavía sin sentido, fue trasladado al cuerpo de guardia donde un médico afirmó que no estaba ni borracho ni dormido. repitió una y otra vez su extraña historia, hasta que tres días después murió.

Durante aproximadamente 300 años, hasta mediados del siglo xvii, en la torre había habido un zoológico real, y entre los animales que allí se cuidaron había numerosos osos. a pesar de que no existan referencias de la autopsia del soldado, el hecho de que muriese tres días después de aquella experiencia podría indicar que estaba enfermo sin saberlo, y que la aparición fue una alucinación causada por su propia enfermedad. por otra parte, los fantasmas de animales tienen más sentido como «espíritus que regresan» que sus equivalentes humanos, por la sencilla razón que ya hemos apuntado antes: por lo menos ellos «aparecen» exactamente con el mismo aspecto que tenían en vida. el hecho de que el hombre haya perdido muchos de sus instintos «primitivos» mientras que los animales todavía los conservan podría también tener una relación con el papel paranormal de aquellos.

Los 13 misterios inexplicables

Desde hace milenios el hombre trata de utilizar la tecnología y los avances científicos para dar respuesta a algunas de las incógnitas de este planeta y el espacio que nos rodea. La revista "New Scientist" ha recopilado los 13 misterios que, a día de hoy, siguen provocando quebraderos de cabeza a la comunidad científica internacional.

1. El efecto placebo.
Pongamos un caso ficticio, el del paciente X. Varias veces al día, durante varios días, se le provoca dolor, que se controla con dósis de morfina. Hasta el último día del experimento. Esas 24 horas, sin que el señor X lo sepa, la morfina se sustituye por una solución salina absolutamente inócua. Parece increíble, pero dicha solución tiene el mismo efecto que la morfina y el dolor desaparece.

Es lo que se conoce como el efecto placebo. Antes de la llegada de los fármacos en el siglo XX, era el arma más potente de la Medicina contra la enfermedad. Excremento de cocodrilo, aceite de gusano, sangre de lagarto y hasta ser tocado por el Rey eran medicinas usadas entre el siglo XVI y el XIX. Desde la publicación, en 1955, del libro The Powerful Placebo de H.K. Beecher, se reconoció que el 35% de los pacientes con una amplia variedad de enfermedades podría ser tratada sólo con placebo. En estudios posteriores, se ha visto que puede funcionar en el 70% e, incluso, del 100% de los casos.

Nadie sabe todavía qué mecanismos intervienen en el efecto placebo. Algunos estudios sobre el dolor sugieren que reduce la ansiedad y facilita la liberación de endorfinas (sustancias químicas naturales parecidas a los narcóticos) en el cerebro, aunque son hipótesis todavía no confirmadas.

2. El problema del horizonte
Nuestro Universo era extraordinariamente homogéneo, y la temperatura de la radiación de fondo es la misma en cualquier dirección que observemos. El hecho de que la temperatura sea homogénea no sería sorprendente de no ser porque entre los dos extremos del Universo hay una distancia de casi 2.800 millones de años luz, mientras que la edad del Universo es "sólo" de unos 1.400 millones de años. Teniendo en cuenta que nada puede viajar más rápido que la velocidad de la luz y la hipótesis de que hubo un instante inicial o big bang, el interrogante es: ¿cómo es posible que regiones físicamente desconectadas desde el "principio" del Universo estuviesen en estados físicos tan parecidos?

Esto es lo que se conoce como el "problema del horizonte", uno de los mayores quebraderos de cabeza de los cosmólogos, que siguen sin dar con la solución.

3. Rayos cósmicos ultra-energéticos
Los rayos cósmicos son partículas que llegan desde el espacio y bombardean constantemente a la Tierra desde todas direcciones. La mayoría de estas partículas son núcleos de átomos o electrones. Algunas de ellas son más energéticas que cualquier otra partícula observada en la naturaleza. El misterio está en su alta energía. La teoría especial de la relatividad de Einstein dice que cualquier rayo cósmico que llegue a la Tierra desde fuera de nuestra galaxia habrá sufrido tantas colisiones que el máximo posible de energía que puede tener es 5 × 1019 eV.

Los rayos detectados desde hace una década por el observatorio japonés de Akeno están muy por encima de ese límite, con lo cual o los datos -tomados en diferentes ocasiones y siempre parecidos- están mal, o Einstein se equivocó.

4. Los resultados de homeopatía de Belfast
En 1810 el médico alemán Christian Friederich Samuel Hahnemann publicaba el "Organon, el arte de curar", piedra angular de la homeopatía. El principal fundamento de la teoría se define en la ley de los similares (homeo- es el prefijo griego que designa igualdad) por la que una enfermedad se cura con la misma sustancia tóxica que la produce —de ahí que se llame ley de los similares-, pero a dosis infinitesimales. Los homeópatas disuelven esos venenos en etanol —lo que llaman tintura madre- y la diluyen en agua sucesivas veces, no importa cuantas, según ellos el remedio se "imprime" en las moléculas de agua. Tales disoluciones son la parte controvertida de la disciplina, puesto es posible que a esas concentraciones no haya ni una sóla molécula del principio activo en la solución homeopática. Sin embargo su efecto ha sido demostrado en numerosos estudios y se estima que un 15% de los médicos occidentales siguen esta línea.

Madeleine Ennis, farmacóloga de la Queen’s University de Belfast, ha sido siempre el azote de los homeópatas. Asegura que, a esas concentraciones, en los remedios homeopáticos no hay más que agua, por lo que químicamente no tiene sentido que funcionen. Sin embargo en su estudio más reciente Ennis y su equipo se llevaron un "pequeño" chasco: descubrieron que soluciones ultradiluidas de histamina funcionaban en un experimento con basófilos, unas células sanguíneas que actúan en la inflamación. La solución homeopática en la que probablemente no había ni una sola molécula de histamina funcionaba realmente como la histamina. Aunque Ennis se ha visto incapaz de explicar el porqué del efectivo funcionamiento y sigue mostrándose escéptica, ha asegurado que si los resultados son reales y la homeopatía no actúa como un placebo, habría que reescribir parte de los fundamentos de la física y de la química.

5. La materia oscura
No todo lo que existe en el universo es visible. Los astrónomos pueden detectar objetos que emiten o absorber luz o cualquier otro tipo de radiación electromagnética o que interactuan gravitatoriamente con otros objetos que podamos detectar .El término "materia oscura" alude a esta materia cuya existencia no puede ser detectada mediante procesos asociados a la luz, es decir, no emiten ni absorben radiaciones electromagnéticas.

Determinar cuál es la naturaleza de la materia oscura y en qué cantidad existe es el llamado ‘’problema de la materia oscura’’ o ‘’problema de la masa desaparecida’’, y es uno de los problemas más importantes de la cosmología moderna. La cuestión de la existencia de la materia oscura puede parecer irrelevante para nuestra existencia en la tierra, pero, el hecho de que exista o no la materia oscura, afecta el destino final del universo.

6. Metano en Marte
El 20 de julio de 1976 Gilbert Levin, uno de los ingenieros a cargo de las misiones de la NASA al planeta Marte, vio que la Viking que orbitaba el planeta rojo había encontrado emisiones de carbono-14 que contenían metano en el suelo del planeta, por lo que la conclusión debía ser obvia y muy relevante: hay vida en Marte.

Algo está ingiriendo los nutrientes, los está metabolizando, y después los expulsa a la atmósfera en forma de gas mezclado con carbono 14. Sin embargo, la NASA no se atrevió a afirmar con rotundidad el descubrimiento, porque otro instrumento de la Viking, diseñado para identificar moléculas orgánicas consideradas esenciales símbolos de vida no encontró nada, así que casi todos los científicos de la NASA decidieron declarar el hallazgo de la Viking un "falso positivo". Pero , ¿lo era?

A día de hoy, los argumentos a favor y en contra siguen dividiendo a los científicos, aunque es cierto que los rovers que estudian el planeta rojo desde hace un año han encontrado pruebas de los descubrimientos de la Viking.

7. Tetraneutrones
Hace cuatro años, en un acelerador de partículas de Francia detectaron seis partículas que no deberían existir. Las llamaron "tetraneutrones": cuatro neutrones unidos entre sí de una forma que desafía las leyes de la física.

Francisco Miguel Marquès ay sus colegas del acelerador de Ganil, en Caen, llevan desde entonces tratando de conseguri el efecto otra vez, pero hasta ahora no lo han logrado. Si lo repiten, estos "racimos" de átomos podrían obligar a los científicos a reconsiderar las fuerzas que mantienen unido el nucelo de los átomos.

8. La anomalía de las Pioneer
Esta es la historia paralela de dos naves espaciales. Una, la Pioneer 10, fue lanzada en 1972; la Pioneer 11 un año después. Ahora mismo, ambas deben estar en el espacio profundo, alejadas de la vista de cualquier ingenio humano, aunque sus trayectorias son demasiado fascinantes como para ignorarlas.

Y es que hay algo que ha estado "empujando" a las dos naves, provocando que aumenten su velocidad. La aceleración es pequeña, menos de un nanometro por segundo, pero es lo suficiente para hacer sacado a la Pioneer 400.000 kilómetros de su trayectoria inicial. La NASa perdió contacto con la Pioneer 11 en 1995, pero todo hace indicar que podría estar "sufriendo" el mismo proceso que su hermana gemela, y estaría muy fuera de su rumbo en algún lugar del espacio. ¿Y qué causa este desvío? Por el momento, nadie lo sabe.

9. La energía oscura
Este es uno de los mayores problemas de la física. En 1998, un grupo de astrónomos descubrió que el universo se está expandiendo a más velocidad que nunca. Esto siginifica que la velocidad a la que una galaxia distante se aleja de nosotros aumenta con el tiempo.De ser correcta esta teoría, el resultado último de esta tendencia sería la imposibilidad de seguir viendo cualquier otra galaxia. Esta nueva teoría del fin del Universo ha recibido el nombre de Gran Desgarramiento o, en inglés, Big Rip.

Es un efecto para el que todavía se investigan las causas, aunque una de las sugerencias puede ser que esté motivado por la "energía oscura", una forma hipotética de energía que permea todo el espacio y que produce una presión negativa, resultando en una fuerza gravitacional repulsiva. La energía oscura puede dar cuenta del universo en expansión acelerada, así como de una significativa fracción de su masa.

10. El acantilado de Kuipper
SI alguien viajara a la zona del sistema solar externa a las órbitas de Neptuno y Plutón, se encontraría algo muy extraño. De repente, tras cruzar el cintutón de Kuiper -lleno de objetos pequeños como asteroides helados y cometas- no hay nada. Los astrónomos lo llaman el "acantilado de Kuiper", porque la densidad de objetos cae espectacularmente.

La pregunta es qué ha causado este brusco cambio, y la única posible respuesta parece ser la existencia de un décimo planeta del Sistema Solar, lo suficientemente grande como para haber atraído a todos esos cuerpos hacia su órbita. De momento, sin embargo, nadie ha conseguido aportar ninguna prueba de la existencia de ese planeta X.

11. La señal "wow"
La señal tuvo una duración de 37 segundos, y venía del espacio exterior. El 15 de agosto de 1977 el astrónomo Jerry Ehman, de la Universidad de Ohio State (EEUU), recibió una señal del radiotelescopio de Delaware. Al ver la transcripcción de la señal, Ehman escribió al lado la palabra "wow1". 28 años después, nadie ha conseguido dar una explicación a qué o quién emitió dicha señal.

La radiación provenía de la dirección de Sagitario, y de un ámbito de frecuencias de unos1420 megahertzios. Estas frecuencias forman parte del espectro de radio en el que todo tipo de transmisión está prohibida, por un acuerdo internacional. La estella más cercana en esa dirección está a unos 220 años luz, así que si la señal provenía de allí, la tuvo que causar o bien un acontecimiento astronómico de enorme potencia. ¿O quizá fue una civilización alienígena con un transmisor de gran potencia?

12. Constantes no tan constantes
En 1997 el astrónomo John Webb y su equipo de la Universidad de Sidney analizaban la luz que llegaba a la tierra procedente de quasars muy lejanos. En su viaje de 1.200 millones de años luz, la luz había atravesado nubes interestelares de materiales como hierro, níquel o cromo, y los investigadores descubrieron que la los átomos habían absorbido parte de los fotones de la luz procedente de los quasars, pero no los que habían esperado.

Si las observaciones son correctas, la única explicación vagamente razonable es que una constante de la física, llamada la "fina estructura constante" o "alpha" cambia de valor cuando pasa a través de estas nubes interestelares. Los científicos siguen investigando.

13. La fusión fría
En 1989 dos investigadores de la Universidad de Utah (Estados Unidos), Martin Fleischmann y Stanley Pons, desencadenaron la fusión nuclear en una probeta. Sostenían que era posible realizar procesos de "fusión fría" usando como catalizador un bloque metálico de paladio. En los siguientes 10 años, fueron miles los científicos que trataron de volver a lograr los mismos resultados, aunque sin éxito. Todavía hoy sigue la polémica, aunque son muchos los que sostienen que los resultados de Fleischmann y Pons fueron fruto de un error experimental.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Los columpios se mueven solos en Santa Fe


Las hamacas se mecen solas, en un vaivén que genera asombro e incredulidad. Aunque nadie tome contacto con ellas ni sople siquiera una brisa leve, por momentos se mueven con insistencia. De a una, en pareja y hasta las tres juntas. Con chiquitos arriba o luego de que alguien se arrime para detenerlas, siguen balanceándose solas.

Para los habitantes de Firmat, una apacible localidad santafesina ubicada 100 kilómetros al suroeste de Rosario, todas las teorías son posibles: espíritus, milagros y caprichos de la física, integran el menú de razones para explicar el fenómeno que mantiene al pueblo azorado.

La intendencia, revolucionada por la repercusión que alcanzó el tema, convocó a especialistas para determinar si el movimiento está motivado por un campo magnético o es obra de un fenómeno paranormal. El fin de semana pasado llegaron para estudiar el caso y las autoridades estiman que mañana se conocerá su informe.

El grupo, llegado desde Buenos Aires e integrado por técnicos, parapsicólogos, antropólogos y arqueólogos, estudió ondas electromagnéticas, presión atmosférica, temperaturas, sonidos e imágenes mientras las hamacas, al menos de a ratos, se movían.

En la intendencia esperan que el trabajo permita desactivar las leyendas que recorren el pueblo. Mientras algunos exhiben grabaciones de video y fotografías tomadas en el lugar en las que, aseguran, se escuchan voces extrañas y se observan imágenes irregulares, la Iglesia desestima que se trate de un milagro.

Muchos hablan de un niño fallecido en la zona que utiliza los juegos de la plaza y otros aseguran incluso que las hamacas poseen propiedades curativas.

Colocadas el 20 de junio pasado en la plaza Belgrano, en el barrio La Patria, un lugar en el que antiguamente funcionaba un matadero de animales y que, actualmente, linda con una iglesia, las hamacas son los únicos juegos en el predio que registran este extraño fenómeno.

Para sumarle ribetes curiosos a la historia, una de ellas fue robada el mes pasado. El episodio causó estupor. Incluso, muchos se desilusionaron pensando que ya no la verían moverse. Se equivocaron. Fue repuesta y pocos días después comenzó a mecerse. Ahora las tres permanecen cercadas.

El padre Juan Carlos Pellegrino, a cargo de la parroquia La Merced, comentó a Clarín que desde el principio visitó el lugar y descartó que pudiera tratarse de un fenómeno religioso. "La vi moverse, pero no vi nada sobrenatural. Ni luces ni ángeles, como dice mucha gente, a la que hay que escuchar con respeto. Antes de pronunciarse hay que agotar los recursos de la ciencia", opinó escéptico.

En la Web pueden observarse videos de la misteriosa hamaca, y ya no sólo la gente del pueblo utiliza el lugar como punto de reunión: colectivos, camioneros y viajantes llegados desde lugares remotos aprovechan su paso por la ciudad para detenerse a observar el extraño fenómeno.

fuente: clarin.com

Para los incredulos dejamos el video para que puedan verlo ustedes mismos....



No deja nuestro asombro ya que algunos de los que publicamos noticias en este blog pudimos presenciar la noche del 16 de Julio, como en un parque que, presuntamente no habia nadie, nos dimos cuenta que uno de los columpios se estaba balanceando solo mientras que el otro permanecía parado. ¿Era el viento? No lo sabemos, lo único que sabemos es que el viento no mueve un único columpio.

El fantasma del Parlamento Andaluz

Sevilla, Marzo de 2002, 3:30 h. de la madrugada. Hospital de las Cinco Llagas: “¡Sacarme de aquí, por favor, sacarme de aquí! ¡Sacarme de aquí, por Dios!”. Así finalizaba el último incidente registrado en el actual Parlamento de Andalucía ubicado en el antiguo Palacio-Hospital de las Cinco Llagas en la capital andaluza. Un miembro de la seguridad del recinto, al pasar en su ronda por el patio 3, veía aterrado ante sí el paso parsimonioso de una monja etérea, translúcida y espectral...

Un edificio con Historia
El Hospital de las Cinco Llagas o también llamado de la Sangre es un magnífico y solemne edificio ubicado frente a la basílica de la Macarena. En su día fue, junto con el Hospital Mayor de Milán de Filerete, uno de los hospitales más grandes de Europa. Su construcción fue llevada a cabo por la familia Ribera con diseño de los arquitectos Martín Gaínza y Hernán Ruiz en 1540, siendo recinto sanitario hasta el año 1972. En el actual conjunto arquitectónico destaca el salón de plenos parlamentario, de estilo manierista, siendo parte de la Iglesia de la que gozaba el hospital. Desde 1992 el “desierto” Hospital de las Cinco Llagas es usado para fines políticos.

Arquitectura misteriosa
El edificio del Parlamento Andaluz no sólo tiene este especial habitante y toda su fenomenología análoga, en el mismo podemos encontrar muestras de una arquitectura extraña, mistérica y cargada de significación sin aún hoy ser explicada. A la espalda de la iglesia del edificio, hoy inaccesible debido a las obras de reformas que se están llevando a cabo en ella, encontramos un extraño rosetón circular con un cubo geométrico inscrito en el que resalta un aspa. Este rosetón fue realizado en épocas pasadas, durante su construcción, por un grupo de canteros gallegos desplazados a Sevilla... ¿Qué significa? ¿Por qué está detrás de la iglesia a la misma altura que el altar mayor y donde ojos no avisados no pueden verlo?

Unos piensan que se trata de una marca ,a modo exlibris de Hernán Ruiz, una especie de compendio en clave esotérica del saber de los canterios medievales constructores de catedrales o ,quizás, los canteros gallegos quisieron dejar testimonio de otra religión más antigua que la cristiana... Algunos expertos que han visto y estudiado el extraño rosetón piensan que pudiera tratarse de un símbolo pre-masónico que hiciera referencia a las tres paternidades o administradores del antiguo hospital. Los antiguos documentos manuscritos de Hernán Ruiz en el siglo XVI los mantiene en estudio la Diputación... Otra corriente de opinión al respecto piensa que a pesar de que el Renacimiento supone la llegada de la racionalidad y la negación de la Edad Media, el arquitecto y sus canteros gallegos eran depositarios de una sabiduría antigua y dejaron su marca personal a la altura del corazón del altar mayor, “el altar mayor es el centro de todo, el Corazón del Altísimo Maestro al que se accede a través de tres escalones , equivalentes a los tres nacimientos sucesivos del iniciado” y oculto a los ojos de los no iniciados. “En el centro de la rueda está el cubo, aunque no se mueve es la causa del movimiento de la rueda. La catedral, movimiento de piedra, está en el centro de las mutaciones”. El cuadrado simboliza la tierra y el círculo el cielo. La cruz no debe entenderse como instrumento de suplicio sino como centro de todo”. Las catedrales (en nuestro caso una iglesia) no son fantasías estéticas erigidas para nuestro mero placer visual. Los maestros de obras no conocían este tipo de nociones tan valoradas por el arte moderno. Ellos construían templos para encarnar en la piedra el misterio por naturaleza y ofrecer a los peregrinos una posibilidad de percibirlo”, era lo que opinaba Christian Jacq en su libro “El Misterio de las Catedrales” y que tal vez está en la línea de significación que se trató de expresar en la piedra del antiguo Hospital.

Comienzan los fenómenos
Pero no es sólo la residencia habitual de parlamentarios andaluces tan insigne edificio, desde hace más de seis décadas –que se sepa- en el edificio mora el fantasma de una monja que trata de purgar sus actos del pasado... no es la primera vez ni la última que ha sido vista y claramente identificada por sus hábitos, hay una ingente cantidad de testimonios pertenecientes a estos años pasados y presentes quienes otorgan toda la credibilidad que sus testimonios merecen: antiguos enfermos, personal sanitario, seguridad del edificio, mantenimiento, personal de asistencia parlamentaria e incluso los mismos políticos de esta región del Sur de España.

Durante años se he hablado de los fantasmas de la Sevilla más rancia, de la Sevilla más cargada de Historia y con más Historia, de la Sevilla de los Descubrimientos, de la Sevilla Catedralicia, de los fantasmas de su Barrio de Santa Cruz, de la calle San Luis o de sus fantasmas cotidianos que se mezclan con los más variados relatos y leyendas urbanas sevillanas... Pocos conocen al fantasma de las Cinco Llagas, quizás por su austeridad, quizás por el silencio que impone el marco del Parlamento Andaluz o tal vez por las reservas que tan magno edificio y la actual actividad que desempeña rige la confidencialidad de tales acontecimientos. Pero en tierra de María Santísima todo se sabe y el fantasma del Parlamento hoy es actualidad.

Los sucesos registrados comienzan en el año 1968, en Junio de este año, Antonio Rodríguez, un enfermo de 40 años que yacía postrado en una de las camas del hospital vio claramente como ante si se formaba la imagen neblinosa de una monja que comenzó a andar hacia el pasillo en busca de la puerta: “no se como explicarte aquella visión, era tarde, el dolor en la pierna no me dejaba dormir y estaba despierto, ante mi, justo delante de mi cama comenzó a “brillar” algo que llamó mi atención, poco a poco se fue formando un cuerpo humano que lucía hábito, era una monja trasparente que echó a andar pasillo abajo , resonando el tintineo metálico de su llavero repleto de llaves, como si hiciera una ronda a los enfermos...”.

Análogo a este relato está el de José Pérez, tenía 38 años y un accidente laboral lo hizo ingresar en el hospital: “era tarde, no se, serían las doce menos cuarto de la noche y sentí un frío repentino junto a mi, giré la cabeza y allí estaba ...era una monja pero no era normal... era un fantasma, parecía comprobar el estado de mi compañero de cama que moriría al día siguiente, la visión me dejó helado es hoy y se me ponen los pelos de punta... Acabó de hacer lo que fuera y siguió su ronda por otras camas, lo veía claramente, es de esas cosas que jamás se olvidan”. José estaba vivamente emocionado mientras nos relataba su espectral vivencia personal.

Algunos años atrás, en 1965, Manuel Moreno fue testigo de una nueva aparición de la monja del Hospital: “estaba en un pasillo fumando a escondidas ,ya que estaba prohibido, cuando sentí frío e incluso el cigarro parecía apagarse, me extrañó mucho pero cuando me giré ,tras de mi ,estaba la monja aparecida ante mi en actitud como de desaprobación... me asusté mucho y salí de allí corriendo buscando a la monja de guardia a la que le conté el suceso y que no acabó de creerme si bien es cierto que dos días más tarde el capellán y la monja superior vinieron a mi cama a que les contara el relato, recuerdo que me dijeron “¿ves como no es bueno fumar?”...desde aquel día no fumo, aquella aparición la recordaré mientras viva”. Con el vello erizado Manuel sigue su relato: “casi tres semanas después mi compañero de cama, no recuerdo su nombre, me llamó haciéndome señas e indicándome que mirara al frente, allí justo “atendiendo” a otro compañero estaba la monja, casi trasparente y atareada con el pobre infeliz que casi estaba desahuciado... aquella noche comprendí que no eran cosas mías y que otros muchos enfermos habían visto al fantasma de la monja igual que yo y que por miedo no habían hablando”.

La especial predilección de nuestro fantasma por los enfermos en peor estado es sintomático de la caridad de la aparición...

El Hospital atravesó una etapa oscura en la que, debido a su cierre, el silencio se apoderó de él, de sus muros y de su fantasma... o tal vez no. El Hospital de las Cinco Llagas cerró sus puertas en 1972 y hasta finales de la década de los 80, cuando se tomó la determinación de hacer del edificio la sede del Parlamento Andaluz no se volvió a vivir actividad en el mismo. Durante estos años también hubo fenómenos extraños en el edificio tal y como atestiguan varias vecinas del lugar con domicilio en las vecinas calles de Don Fabrique y Doctor Fedriani. Allá por el 1975 un vecino de estas calles, Antonio Muñoz, mientras trataba de aliviar el fragor del verano sevillano asomado a la terraza de su domicilio comprobó algo inédito, algo que jamás había visto: “No se, quizás aquel verano fue especialmente caluroso en Sevilla, serían las diez y media u once menos cuarto de la noche cuando me pareció ver a alguien en los pasillos del hospital ,me extrañó ya que llevaba varios años cerrado y llamé a Paqui ,mi mujer, para que viera aquello, cuando lo vimos pasar nuevamente por otra de las ventanas del edificio Paqui me dijo que era una monja... Aquello era imposible, sus vestimentas eran muy antiguas para el año que vivíamos y no tenía lógica, el edificio estaba cerrado a cal y canto. Era muy blancuzca, casi brillante y la verdad es que nos impactó bastante. Aquella monja no estaba en su lugar en el tiempo...Al día siguiente pregunté si el hospital estaba en activo, aunque lo dudaba, y la respuesta fue tajante, lo que había visto era imposible. Luego ya nos enteramos del tema del fantasma del edificio y la verdad es que nos asustamos muchísimo”.

Esperanza García es otra vecina del lugar y tuvo una experiencia similar allá por el año 1980: “Eran las once y pico de la noche y estaba fregando los platos de la cena, fue curioso por que mi ventana de la cocina da a una de las fachadas laterales del hospital, entonces vi perfectamente a una señora con hábitos, debían ser antiguos ya que no eran como los demás y que parecía estar haciendo algo por las habitaciones de aquel ala, fue muy curioso ya que el edificio estaba totalmente cerrado y las autoridades le echaban poca cuenta... Aquello no era de este mundo desde luego, había que estar en mi pellejo para saber instintivamente que aquello no era normal...” Así de rotunda manifiesta su experiencia esta vecina del lugar.

La secuela y marca del edificio es innegable, por él pasaron multitud de enfermos y moribundos que perdieron la vida entre sus muros. José Muñoz comentaba al respecto: “historias de fantasmas siempre ha tenido el edificio, yo trabajaba en el edificio desde los once años, allí entré de jardinero y aparte de estar muy saturado allí lo que si sobraban eran enfermos , muertos y gente que vendía su sangre por lo que le dieran... era una época de mucha hambre”.

Alfredo Muñoz recordaba: “había mucha saturación y mucha hambre, aullábamos de hambre como los perros...”.

A lo largo de los años el edificio ha albergado a todo tipo de enfermos y necesitados de atención médica, especialmente cruento fueron los últimos años de la década de los 30, el hospital se pobló de heridos de la guerra. En 1936 –según comenta Domingo Fernández- llegaban soldados alemanes e italianos heridos en la guerra...Morían una gran cantidad entre gritos y lamentaciones y era aterrador escuchar los lamentos de dolor de estas personas cuya vida les abandonaba.

Curiosamente y no hace demasiado tiempo, en el edificio, entraban a hurtadillas chatarreros que trataban de aprovechar el estado de “abandono” del edificio para arrancar hierros y chatarras que luego venderían al peso. L.G.G era uno de esos “rapiñeadores” de la noche, un día de Noviembre de 1982 entró en el edificio: “era tarde ya, había poca gente en la calle, hacía frío y ya sabes como es la gente en Sevilla cuando el mal tiempo se echa encima... Andaba con una linterna por allí cuando sentí un grito como de dolor, me asustó mucho y pensé que podía tratarse de un “compañero” en apuros, me metí por unos pasillos y me comencé a asustar, sentía lamentos y un olor a desinfectante de hospital tremendo, entonces decidí marcharme de allí... Me gano la vida con una actividad en la que no hay que tener miedo y no soy persona asustadiza pero aquello no era normal ni de este mundo...” Nuestro testigo no volvió a pisar más el lugar.

En el edificio, mientras estuvo en activo, vivían como personal de mantenimiento del mismo un electricista, un carpintero, un cristalero, el fogonero y el capataz de la huerta. Manuel Fernández era hijo del fogonero, había nacido en el mismo hospital y se había criado entre sus paredes, conocía cada centímetro del edificio y por supuesto conocía al fantasma que allí moraba pero no temía al espectro, había algo más aterrador en él que despertaba aún más su miedo: “de noche escuchábamos los lamentos de las parturientas, a la hora de comer veíamos pasar las camillas sin engrasar con los cadáveres para las autopsias...”.

Tan extraño como los llantos de un niño que muchas noches se escuchaba llorar en las habitaciones amplias de los enfermos... lo curioso es que en aquellas estancias no había niños y la zona maternal estaba muy lejos para poder ser oída por los doloridos pacientes del hospital. “Era un llanto roto, desgarrador, lastimero...te ponía los pelos de punta, si era una criatura debía de estar pasándolo muy mal pero era imposible que estuviera en aquella ala, los enfermos estábamos asustados e inquietos ya que se decía en la sala que era un llanto fantasma de un bebe muerto en aquellas estancias hacía años lo cual no ayudaba demasiado a calmarnos” recordaba Juan Ortiz. Otro compañero de estancia era Juan Morales quien narraba: “una vez vinieron unas monjas que habían trabajado en el hospital y dijeron escuchar el llanto que según ellas pertenecía a un niño al que adoptaron con una enfermedad incurable...”. Lo más curioso es que ese mismo llanto se oía en aquellos años, perduró en el tiempo y aún hoy no es difícil oír el llanto de un bebé en la zona dedicada en su tiempo a la rehabilitación de enfermos.

Comenzaron las obras de remodelación del edificio para habilitarlo con fines políticos y los fenómenos tampoco abandonaron a los trabajadores que en el mismo desarrollaron su labor. Carlos Ruiz era uno de esos trabajadores y nos contaba lo siguiente: “en las tareas de acondicionamiento y remodelación de aquello echamos una temporada larga y yo mismo y muchos de mis compañeros tuvimos experiencias que nos hicieron creer en fantasmas y en apariciones. No era extraño ver a un compañero blanco como la pared diciendo que había visto a una monja paseando por la planta superior...al principio no lo tomábamos en cuenta pero cada vez eran más los que decían ver cosas y sentir cosas y se llegó a un punto en el que tuvimos que concederle la credibilidad que buenos amigos y buenos trabajadores contaban”. Este trabajador cambió su expresión y nos comentaba: “personalmente padecí aquello en mis propias carnes, esto sólo lo conoce mi familia y algunos trabajadores muy amigos que tuvieron también vivencias personales. Yo estaba en el ala del patio 3 y sentí un fuerte olor a antiséptico ,la cosa me chocó ya que no tenía objeto ese olor ,seguí mi trabajo sin concederle importancia cuando vi pasar a un paso rapidito a una monja vestida de forma antigua por los pasillos superiores, un frío me entró y me cortó el cuerpo, sabía que era imposible lo que estaba viendo y más en una zona en obras, me quedé helado, traté de ver donde se dirigía pensando posteriormente que podía tratarse de alguien, fue una locura, no lo pensé bien, la monja había desaparecido, se había esfumado... sólo podía oír gritos de dolor y el llanto de un niño... fue horrible. Entonces bajé blanco y mis compañeros entendieron que algo debía de haberme pasado”. Otros trabajadores tuvieron la misma visión y no era extraño sentir quejidos, lamentos y llantos en el edificio. Uno de los encargados de la seguridad nos comentaba: “aquí se habla del fantasma mucho, unos lo creen y otros no, desde luego algo raro ocurre aquí, no sólo por el fantasma de la monja que muchos han visto sino por los olores a éter que hay en zonas sin venir a cuento, o las puertas que se abren y se cierran sin haber corriente ni nada que ocasione el movimiento de las mismas o los quejidos y lamentaciones que muchos hemos oído, llantos de crío y sacudidas de frío impresionantes, compañeros en estado de shock tras ver algo que ellos identifican con una enfermera o monja y mucho nerviosismo. Al principio te intranquilizas pero con el paso del tiempo te acostumbras a vivir con ello... Los novatos no se creen esto hasta que lo viven. En el Parlamento todos conocen la realidad de lo que pasa pero ya es parte de nosotros, es como de la familia aunque el susto te lo llevas”.

Allá por el año 1995 saltó la noticia en Sevilla y el desaparecido “Diario 16 de Andalucía” publicaba un artículo sobre el tema que firmaba Francisco Corral y se hacía eco de todo ello y de los otros fantasmas del Parlamento... El político andaluz de IU-CA Luis Carlos Rejón comentaba lacónicamente: “al fantasma lo tenemos de asesor” no dudando de su existencia, al respecto el político del PSOE José Ceballos manifestaba: “a mi me interesa la estética de esos temas, las cosas románticas de Bécquer...cosas extrañas pasan todos los días”. Entre los políticos con experiencias espectrales encontramos a José Antonio Marín Rite – ex presidente del Parlamento y actualmente Diputado- y a Plácido Fernández Viagas –letrado del Parlamento-, a este respecto manifestaba Guillermina Perdigones –ujier-: “¿el fantasma de la monja que se le aparecía a Plácido? Sí, pero conmigo no ha dado”. Sin dudas todos tienen muy presente que una presencia muy especial convive con ellos en este recinto.

Los sucesos se siguen produciendo y destaca la negativa del grupo de seguridad a efectuar sus rondas solos por determinadas estancias y pasillos del edificio: “sencillamente no es seguro psicológicamente, mira en el edificio suceden cosas demasiadas extrañas, se aparece una monja cuya realidad es innegable, las puertas se cierran y se abren, se oyen cosas raras y de vez en cuando viene un olor a desinfectante sanitario que es muy fuerte, cualquier compañero te puede comentar esto mismo, no ganamos nada mintiendo sobre esto”. Otros compañeros manifestaban: “hay zonas en las que cuando te toca debes de ir preparado para todo... pero para todo, absolutamente para todo. No es raro hacer una ronda y sentir como las puertas se cierran tras de ti o como te atraviesa una sensación de frío tremendo o fuertes olores... otros compañeros han tenido experiencias con la monja... es todo muy fuerte”. Se van acumulando testimonios que contrastan todas las informaciones y son las propias limpiadoras del edificio las que nos comentan: “normalmente vamos en grupo, nos da miedo ir solas, trabajamos de noche y ya hemos tenido suficientes sustos aquí como para seguir yendo solas... Aquí hemos vivido de todo, desde ver a la monja hasta sentir quejidos y lamentos en las estancias que antiguamente eran las habitaciones de los enfermos, desde luego aquí no sólo está el fantasma de la monja, aquí debe de haber mucho más solamente por lo que se oye, debieron de morir muchos aquí...”. Otras compañeras se manifiestan de la misma forma: “yo he oído en varias ocasiones los gritos de los enfermos que antaño estuvieron aquí y una sensación interior muy incómoda, ante eso sólo puedo coger mis cosas y buscar la compañía de alguien, es aterrador...necesitamos sentirnos acompañadas pero no por un fantasma”.

Carmen Cruz caminaba en las proximidades del edificio este pasado invierno del 2002 cuando le llamó la atención algo... “caminaba en dirección a la Resolana por Don Fabrique cuando en una de las ventanas vi perfectamente a una monja que miraba a través de la ventana, estaba muy pálida y tenía la mirada perdida en la calle, lo extraño es que allí ya no hay monja...”.

Emilio López nos manifestaba: “no es extraño ver en alguna de las ventanas la cara del fantasma, son muchos ya los que la han visto y se quedan helados ya que no hay lugar a la confusión, es lo suficientemente claro y extraño para saber que lo que estás viendo no es de este mundo... Yo aparcaba el coche, eran las diez y media o cosa así y cuando bajé le eché la alarma y se me fue la vista para arriba, para el edificio, y la verdad es que lo que vi me dejó helado, allá estaba, era una monja con un hábito muy antiguo, muy blanca y muy mortecina, casi duró unos segundos pero fue lo suficientemente intenso como para saber que era el fantasma...”

Los relatos sobre el fantasma del magno edificio se amontonan pero no falta las voces que atribuyen a todo una “leyenda urbana” creada por un albañil contemporáneo y encargado de la primera obra el cual cuenta que todo se produjo cuando al ver una mancha de humedad en una pared comentó jocosamente a sus compañeros: “parece una monja...”. Sin duda contrasta con el testimonio de uno de los vigilantes de la obra quién pidió el traslado ya que en uno de los patios ,el patio 3 qué está junto a la iglesia, sentía -en plena y solitaria noche- como había una gran algarabía de voces infantiles, de niños jugando y riéndose... El vigilante no sabía que pensar así que arrojó una piedra hacia la iglesia y le respondió el ruido del choque de otra piedra, se agachó y cogiendo dos guijarros comenzó a entrechocarlos y su sorpresa se tornó en miedo cuando “algo” respondía con otros golpes a su “llamada”... Tras el incidente, en días posteriores, acudieron al lugar algunos expertos en parapsicología venidos de fuera de Sevilla quienes calificaron el fenómeno como: “provocado por espíritus burlones”.

El último acto de nuestro fantasma se produjo cuando un miembro de seguridad a las tres y media de la mañana se puso en contacto con la central de vigilancia para pedir el relevo inmediato de su puesto. Víctima de un ataque de nervios sólo pedía su sustitución... Hacía la ronda por el Patio 3 cuando ante sus ojos pasó con firmeza el espectro de nuestro fantasma.... la reacción humana es imprevisible y en esta ocasión el miedo afloró olvidando cualquier obligación laboral. Al llegar al lugar otros miembros de la seguridad ya no había nada, sólo un compañero sumido en un tremendo estado de nervios tras ser testigo del caminar espectral de nuestra protagonista.

“Off de record” los parlamentarios andaluces hablan del fantasma en el Parlamento: “muy pocos de nosotros creo yo que no ha oído hablar del fantasma, lo ha sentido o incluso lo ha visto..., el fantasma es tan real como las formaciones que se despellejan en este hemiciclo...”. Un parlamentario de una conocida formación andaluza nos habla de otra monja de la Caridad apodada como “Sor Ametralladora” que desempeñaba sus funciones en el Hospital allá por la década de los 40: “dicen los antiguos del lugar que destacaba por su inflexibilidad y mala uva... trataba a los pacientes mal y parecía estar siempre a disgusto con todo . La historia de “Sor Ametralladora” finaliza cuando esta muere, si bien es cierto que por esos años los fenómenos extraños ya se venían sucediendo en el antiguo hospital teniendo como foco de actividad la zona de quirófanos...”, a esta monja también se refería Alfredo Pérez cuando comentaba: “ingresé en 1941 en el hospital de la Sangre, “Sor Ametralladora” me perseguía todos los Domingos para que fuera a misa. Enfrente de mi cama estaba un hombre al que consumía un cáncer de rodilla, un zapatero de la calle Enladrillada que murió rabiando. Cada mañana la monja se le acercaba y le decía: te tienes que confesar porque te vas a morir...”. La monja era sobradamente conocida por todos los residentes en el hospital si bien es cierto que: “allí pasaban cosas raras un día si y otro no, cuando no se escuchaban ruidos raros se oían llantos de un bebé inexistente y cuando no, se escuchaban alaridos y quejidos en zonas imposibles... aparte había compañeros que habían visto al fantasma de la monja y “Sor Ametralladora” aún vivía... la aparición de la monja llenaba de terror no sólo a los pacientes sino también a los médicos, soldados o las monjitas del Hospital”, era lo que nos manifestaba Curro Rodríguez, un encantador octogenario de lucidez mental fuera de toda duda y con un recuerdo muy vivo de lo vivido en aquellos años entre los muros del hoy Parlamento Andaluz.

“Andalucía 24 horas”, el diario “El Mundo de Andalucía” de la mano de José Antonio Gómez Marín en tono irónico-político o “Canal Sur TV” en comentario de la popular Rocío Martín se han hecho eco en distintas etapas del tiempo del fantasma del Parlamento pero tal vez dejándose llevar irremediablemente por la confusión que provoca el no saber separar la leyenda urbana de la realidad...

¿Quién es el fantasma del Hospital de las Cinco Llagas o Parlamento Andaluz?
La mayoría de los testigos que han podido ver o ser partícipes de los fenómenos paranormales del Parlamento Andaluz hablan de un fantasma, una mujer vestida con hábitos de monja pasados de moda, antiguos. ¿Hasta que punto es esto real?

Investigando profundamente la historia del edificio y merced a una ingente cantidad de información recopilada durante meses y de la que disponemos sobre éste tema podemos decir que el edificio desde la finalización de su construcción fue gestionado por las monjas de la orden de la Caridad. El Hospital de las Cinco Llagas o de la Sangre fue entregado y habitado por las monjas desde al año 1540. Allá por el siglo XVIII, sobre los años 1734 y 1738, se tiene constancia histórica de la existencia de una monja de la orden de la caridad llamada canónicamente Sor Úrsula que destacaba por su inflexibilidad y especial dureza con los pacientes. La monja falleció víctima de una enfermedad contraída en el propio hospital a mediados de ese mismo siglo y su muerte no fue, precisamente, motivo de pena para los enfermos... Tras la muerte de esta hermana de la Caridad se comenzó a manifestar el fantasma de una monja en el hospital y la crónica espectral del edificio comienza a hacer su particular memoria histórica. La vestimenta o hábito de las hermanas de la Caridad en el siglo XVIII se ajusta como un guante a lo manifestado por los testigos que han visto al espectro en época contemporánea y el óbito de la monja es algo constatado.

Los lugares preferidos por este espectro para vagar y manifestarse son los que en siglos pasados eran las estancias de los enfermos siendo lugares particularmente proclives a su manifestación la antigua sacristía para las monjas, la escalera del coro, los largos pasillos de las estancias superiores, el denominado como patio 3, la sala de enfermos, la sala de despachos antiguamente habitada por Manuel Fernández o Jesús Mancha y las cuantiosas ventanas con vista a Don Fabrique.

Plácido Fernández Viagas solía hablar del fantasma a las visitas del edificio y no es extraño oír hablar a los miembros de los equipos de seguridad hacer comentarios con extrema seriedad sobre sus experiencias en el edificio.

Restos humanos
En 1984 se iniciaron las obras de rehabilitación del edificio que se prologaron hasta comienzos de 1992 año en el que se inauguró. Una zona del hospital era utilizado como almacén y a medida que se realizaban los trabajos de acondicionamiento y nueva cimentación iban surgiendo nuevas sorpresas que daba el terrero... Su valor desde el punto de vista arqueológico era muy importante pero en aquellos años esto no se tuvo en cuenta y se destruyeron varias fosas comunes o “carneros” donde se descubrieron multitud de restos humanos apiñados a varios metros de profundidad. Las palas excavadoras los retiraron y según cuentan “se llevaron todos a un osario”. También se descubrieron restos de orfebrería romana y vasijas, todos ellos junto a la calle Don Fabrique por donde pasaba un brazo del río y estos lugares eran un importante centro en la fabricación de estos útiles domésticos... todo fue destruido.

En la rehabilitación actual se incluyó un plan arqueológico que ha hecho que se estudie todo: en el primer patio que da a la citada calle se hallaron ocho cadáveres (siete mujeres y un niño) del siglo XVII, el estudio anatomopatológico fue muy interesante y demuestra que se trataban de enfermos que acudieron al hospital, así como restos de los alfares romanos y hornos.

Sor Úrsula lleva habitando el hospital casi tres siglos, no ha olvidado su trabajo ni sus obligaciones y actualmente no es demasiado complicado que cuando más calma hay en el edificio se puedan oír pisadas y cierres de puertas provocada por la hacendosa monja preocupada por su ya espectral ocupación... Quejidos, lamentos y sonidos de llaves son acompañantes habituales de los miembros de seguridad que entre respeto y temor continúan haciendo su labor en un edificio del Parlamento Andaluz que tiene una larga historia y su propio fantasma.

Escrito por: J.M. García Bautista y Rafael Cabello