lunes, 4 de junio de 2007

El misterio de Tritón


Tritón, el mayor de los satélites neptunianos, es un gran misterio con un gran tamaño (2.700 km de diámetro), lo que seguramente contribuyó en 1846 a su descubrimiento, acaecido pocas semanas después del de Neptuno, el octavo y último planeta del Sistema Solar. Recibió su nombre en honor de uno de los dioses griegos del mar, hijo de Poseidón (Neptuno). Por Angel Gómez de Caos y Ciencia.

Casi cada seis días, da una vuelta en torno al planeta a una distancia de unos 355.000 kilómetros (algo inferior a la existente entre la Tierra y la Luna). Su órbita es retrógrada, esto es, gira en sentido contrario a la gran mayoría de los cuerpos de su sistema planetario. Para algunos investigadores, esta peculiaridad indica que el origen de Tritón podría no ser la nebulosa primordial a partir de la cual se condensaron los planetas. Quizás proceda del Cinturón de Kuiper y Neptuno lo capturó gravitatoriamente.

Existen similitudes entre las densidades de Tritón y de Plutón (de aproximadamente 2,0 g/cm3). Y no solo esto, sino que este "planeta enano" cruza periódicamente la órbita de Neptuno. La hipótesis de que ambos cuerpos hayan podido estar relacionados en el pasado no se puede descartar rotundamente: ¿era Plutón un satélite de Neptuno? ¿o era Tritón un "planeta independiente" que fue capturado por Neptuno?

La hipótesis de la captura y su órbita retrógrada pueden explicar por fuerzas de marea el origen de la energía requerida para que Tritón haya experimentado la actividad interna responsable de fundir y fusionar parte de su superficie. Actualmente, dicha actividad persiste. Tal y como mostró la sonda Voyager 2 en su sobrevuelo del sistema de Neptuno en agosto de 1989, este satélite posee géiseres activos que expulsan una mezcla que se cree está compuesta de nitrógeno y metano líquidos con polvo. Su actividad criovolcánica (volcanismo basado en materiales muy fríos), lo hace miembro del selecto club de cuerpos del Sistema Solar volcánicamente activos: la Tierra, Venus, Ío y Encélado (y posiblemente Titán).

Los géiseres de Tritón podrían estar alimentados por el calentamiento solar. De hecho, los observados por la sonda estaban en el Polo Sur del satélite, orientado en la fecha del sobrevuelo hacia el Sol. La inclinación del eje de rotación respecto a la eclíptica (casi perpendicular) produce acusados cambios estacionales según el polo que reciba directamente la luz. Debido a ello, se especula con que la actividad criovolcánica tendría un fuerte componente estacional.

La sonda Voyager 2 reveló también que Tritón posee una tenue y fina atmósfera (de apenas 0,01 milibares de presión), compuesta de nitrógeno con trazas de metano. El helado satélite de Neptuno (con una temperatura superficial de 38 K, unos 235 °C bajo cero) es, junto con la Tierra y Titán, el único cuerpo con una atmósfera mayormente de nitrógeno del Sistema Solar.

No obstante, a estas bajísimas temperaturas el nitrógeno y el metano están mayoritariamente congelados. La superficie de Tritón aparece así cubierta por una costra de estos gases helados. Muestra pocos cráteres de impacto, pero sí complejas estructuras de crestas y valles, que son una evidencia clara de la remodelación de su corteza. Algunas colinas y fallas parecen debidas a antiguos procesos de fundido de material emanado hacia la superficie desde el interior. Los científicos de la NASA denominaron a este terreno piel de melón.

La única información disponible sobre la superficie de Tritón es la obtenida por la Voyager 2 en los pocos días que duró su paso por el sistema de Neptuno y sus satélites; y sólo pudo fotografiar el hemisferio austral del satélite, ya que el otro estaba en la sombra. No hay ninguna otra misión prevista, aparte de una tibia propuesta de hará un par de años para enviar un orbitador a Neptuno y varios aterrizadores a Tritón que llegarían hacia el 2035. De momento duerme en los estantes de la NASA.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me encantaría que la gente publicara comentarios interesantes en esta página, ya que esto de la astronomia es fascinante.